Una gastronómica celebración de San Blas cierra las festividades de los santos viejos

La hermandad destinará parte del dinero recaudado en los actos de este viernes al arreglo de la torre de la iglesia, dañada por la presencia de numerosas palomas

Las festividades de los Santos Viejos concluyeron este viernes con la celebración de San Blas, considerada tradicionalmente como la primera feria del año en Almagro. Los actos comenzaron a las doce del mediodía con una solemne función religiosa en la céntrica iglesia que lleva el nombre de este santo, el patrón de los otorrinolaringólogos.

La celebración eucarística finalizó con la tradicional invitación a limonada y pequeños bocadillos que la Hermandad de San Blas realiza cada año.

Por la tarde, la fiesta se trasladó a los alrededores de la iglesia. El olor a churros recién hechos, la plancha llena de chorizos y morcillas y las atracciones para los más pequeños volvieron a convertirse en los protagonistas de una de las fiestas más esperadas del año. Por ello, a pesar de las bajas temperaturas registradas, fueron muchos los almagreños y almagreñas que se congregaron en la plazoleta de San Blas para disfrutar de un rato agradable en compañía de familiares y amigos.

Además, como manda la tradición, los vecinos de Almagro despidieron los Santos Viejos comprando frutos secos, almendras garrapiñadas, gargantillas y los últimos hornazos para compartir con la familia y amigos. Parte del dinero recaudado este viernes se destinará al arreglo de la torre de la iglesia, dañada por la presencia de numerosas palomas. Así lo indicó la presidenta de la Hermandad de San Blas, Rosario Fernández, que subrayó que desde hace tres años este templo está más vivo que nunca gracias a la celebración de misas para niños dos domingos al mes y cursos de catequesis. Además, en julio es sede de conciertos gratuitos incluidos en la programación del Festival Internacional de Teatro Clásico y el año pasado acogió al paso de Jesús Rescatado durante la Semana Santa.

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