La actriz Lola Herrera recibió el premio Lorenzo Luzuriaga en reconocimiento a toda su trayectoria

La actriz Lola Herrera recibió el premio Lorenzo Luzuriaga en reconocimiento a toda su trayectoria

La gran dama del teatro dijo que el teatro es algo mágico, siempre pervivirá ‘me brota la emoción de estar en el Corral de Comedias y de recibir este premio tan particular que lleva el nombre de un hombre tan generoso’.

La mítica actriz Lola Herrera recogió en la tarde de ayer, miércoles, en el Corral de Comedias de Almagro el Premio Lorenzo Luzuriaga, otorgado por UGT-Servicios Públicos, en reconocimiento a toda su trayectoria artística. El acta del jurado destaca que “siempre ha dejado patente su compromiso social con la cultura y la representación de la mujer, remarcando especialmente la capacidad de construir personajes humanos y complejos, valorando también su amor a las palabras y a la libertad, así como el magisterio ejercido desde la escena”.

“Me brota la emoción de estar en el Corral recibiendo este premio tan particular que lleva el nombre de un hombre tan generoso”, dijo al recibir el premio en el acto al que asistió la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, el alcalde de Almagro, Francisco Javier Núñez y otros representantes políticos de distintas administraciones provinciales, regionales y locales. También, entre el público otra gran actriz, Marisa Paredes.

Poco antes del acto, mantuvo un encuentro con los medios en el Parador de Almagro acompañada de la directora del Festival Internacional de Teatro Clásico, Irene Pardo, y de Maribel Loranca, secretaria de Enseñanza de UGT-Servicios Públicos a nivel estatal.

“Este trabajo te permite jugar muy en serio e invita a los demás a jugar también”, ha asegurado para referirse a su profesión. “Además, sólo deja el recuerdo: lo puedes olvidar o lo puedes engrandecer si te ha tocado el alma. Yo como espectadora tengo funciones que no olvidaré en la vida ni lo que me dieron cuando las vi”.

También ha rememorado sus inicios y el apoyo de sus padres: “Tuve la suerte de que entendieron que yo quisiera ser actriz y me permitieron volar. Gracias a ellos hice el camino”. Aun así, ha asegurado que le parece que quienes emprenden su mismo camino en la actualidad “lo tienen más difícil todavía: entonces la profesión era muy pequeña y nadie quería entrar en este oficio porque era un desdoro, pero ahora mucha gente quiere hacer esto y está muy complicado”.

Asegura, eso sí, que no puede quedarse sólo con uno de los personajes que ha interpretado a lo largo de su carrera: “La Carmen Sotillo de Delibes la he hecho en cinco épocas distintas a lo largo de 40 años, pero he interpretado a muchas mujeres que me han enseñado muchas cosas. Si sólo hubiera sido Lola a lo largo de mi vida no me hubiera aguantado, pero estas mujeres me han permitido salir de mí cuatro o cinco horas al día. Todos los personajes te dejan algo y tú te dejas algo en ellos también”.

“El teatro también me ha quitado muchas cosas”, reconoce. “Cuando mi primera hija estuve haciendo la función hasta los ocho meses de embarazo y a los 17 días de dar a luz estaba haciendo funciones en Burgos. Tardé tres meses en verla. Lloré por toda España. O el día que murió mi padre, trabajé”. A pesar de todo, concluye rotundamente: “Es una profesión hermosa, hermosísima”.

Una vida más rica
“Lola ha entendido como nadie que la cultura es una herramienta absolutamente necesaria para que la vida sea más rica, más llevadera”, ha dicho Irene Pardo en su discurso. “Nos hace más comprensivos y nos enseña a disfrutar de muchas cosas que hasta ese momento ignorábamos”. “El teatro es una herramienta para hacer un país mejor, más igualitario y más digno; el saber es el regalo mayor que te pueden hacer”.

Maribel Loranca, secretaria de Enseñanza de UGT-Servicios Públicos a nivel estatal, ha explicado que Lorenzo Luzuriaga, que da nombre al galardón, “fue maestro, pedagogo, inspector de educación, divulgador cultural, traductor, editor… y, junto con otros pedagogos de la Institución Libre de Enseñanza, sentó las bases de la reforma educativa”. Una de sus máximas era que “la educación y la cultura no deben constituir privilegios”.

En anteriores ocasiones, el premio se ha otorgado a figuras como Ana Belén, Miguel Narros, Concha Velasco, Pilar Bardem, Nuria Espert, Juan Diego, los hermanos Julia y Emilio Gutiérrez Caba, José Sacristán, Josep María Pou, Miguel del Arco, Esperanza Roy, Petra Martínez o Sanchis Sinisterra, entre otros.