Concha Velasco, Gonzalo de Castro e Irene Escolar conducen el emotivo homenaje
- Publicado el Miércoles, 13 Julio 2011 00:15
Homenaje Andrés Peláez: Director del Museo Nacional del Teatro
Antonio Gala, a través de la directora Natalia Menéndez, fue el responsable de la laudatio a Peláez, Nuria Espert, Carlos Hipólito, Nati Mistral, Paco Valladares, Carmen Alborch y Miguel Narros, entre los participantes
Ayer por la noche, una vez más, el teatro español volvió a escribir una página de su historia en el marco incomparable del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Fue durante el homenaje a Andrés Peláez, director del Museo Nacional del Teatro, hombre de teatro y que, en breve, empezará a disfrutar de una merecida jubilación. A dicho homenaje no quisieron faltar unos conductores de lujo que, a su vez, representaban a tres generaciones de actores: la joven Irene Escolar, esencia de la familia Gutiérrez Caba; el actor Gonzalo de Castro; y la actriz Concha Velasco, quien confesaba que “gracias a Andrés Peláez me han pasado cosas muy importantes en mi vida, pero quizá la más significativa sea estar esta noche por primera y última vez sobre las tablas del escenario del Corral de Comedias, nunca antes lo había pisado”.
Estos tres actores fueron los responsables de leer las cartas enviadas por personalidades tan destacadas como Francisco Nieva, José Luis Gómez, Alicia Moreno, José Luís Morata, Andrea D’odorico, Conchita Burman, Rosana Torres, José María Pou, José Carlos Plaza, Elisa Romero o Joan Francesc Marco. Todo el acto estuvo intercalado por la proyección de vídeos en los que participaron, por orden de aparición: Nuria Espert, Miguel Narros, Benito Navarrete, Mario Gas, Carlos Hipólito, Ángel Fernández, Carmen Alborch, Elio Berhanyer, Josep María Flotats, Nati Mistral, Antoñita Viuda de Ruíz, María José Alfonso y Paco Valladares.
Antonio Gala fue el responsable de escribir la Laudatio – en documento adjunto – que fue leída por Natalia Menéndez, Directora del Festival, ya que Gala no pudo asistir por motivos de salud. Destacó la gran amistad que le une a Andrés Peláez.
Una vez le fue impuesta la medalla, Andrés Peláez hizo gala de un excelente sentido del humor asegurando que “si fuese verdad todo lo que han dicho, yo tendría un sueldazo, y no lo tengo”. El homenajeado comparó el Museo Nacional del teatro, del que es responsable desde sus inicios, “con el paso de la Macarena, que ha funcionado al compás”, para continuar diciendo que “menos mal que este homenaje es sencillo, porque si hubiese tenido lugar el 18 de agosto, habría venido el Papa”, haciendo referencia a las cantidad de personalidades del teatro que había entre el público. Peláez cerró su simpática y emotiva intervención asegurando que “todo lo he hecho con un amor infinito a la gente del teatro y sólo he pretendido una cosa: ser un buen hombre”.
Lo que dijeron…
Textos:
Alicia Moreno: “Todos, sin excepción alguna en esta profesión, admiramos tu profunda vocación, tu entrega a la causa de la escena y el coraje con el que te has dejado la pie” por el teatro”.
Rosana Torres: “Peláez ha conseguido que junto a la sabiduría haya algo que no debería estar nunca exento del territorio de la inteligencia y la intelectualidad, como es el humor, la ironía, el sarcasmo y, si es necesario, la mordacidad”.
Francisco Nieva: “Peláez, el conservador y domador ideal, que hace bailar al dinosaurio y convertirlo en espectáculo permanente”.
José María Pou: “Durante años has vivido al otro lado del espejo amasando, con paciencia de franciscano, recuerdos, documentos, trajes, bocetos y publicaciones para conseguir que las gentes del teatro –tan desnortados, tan desmemoriados a veces- tengamos un punto de referencia”.
José Luis Morata: “siempre has estado dispuesto a enseñarnos, con la humildad que te caracteriza (la de los sabios), todos tus conocimientos y responder a cuantas dudas te hemos planteado”.
José Luis Gómez: “Decir Andrés Peláez es decir presente y, sobre todo, futuro, porque él ha hecho, hace y hará que los que se dediquen a el teatro más adelante comprendan lo que hicimos nosotros y lo que hicieron nuestros predecesores”.
José Carlos Plaza: “Andrés representa la memoria : la mía , la de la profesión que me rodea y sobre todo la de la que viene”.
Joan Francesc Marco: “He conocido a pocas personas que trabajasen con la pasión, el talento y la dedicación con la que siempre lo ha hecho Andrés".
Elisa Romero: “Andrés Peláez conocía el riesgo de amar al amigo por encima del amor del amigo”.
Conchita Burman: “Gracias por tu siempre pronta disponibilidad en ayudar a cualquier estudioso del teatro español, entre los que me encuentro”.
Antonio Gala: “Quédate con nosotros: por lo menos hasta que yo me muera. No te haré esperar mucho: lo prometo”.
Andrea D´Odorico: “Gracias Andrés por salvaguardar tanta memoria histórica, no sólo de la profesión, sino de los espectadores”.
Videos:
Nuria Espert: “Te has convertido en el guardián de los secretos del teatro español, de las virtudes y de los defectos”.
Miguel Narros: “Has demostrado montones de cosas. Quiero desearte que tu vida sea más agradable y que no dejes de hacer cosas”.
B. Navarrete: “Destaco tu sentido de la jovialidad y el gran conocimiento que hay detrás de ella”.
Mario Gas: “El museo no te ha impedido tener una conexión con el mundo teatral, que tan astutamente expones y del que reservas cosas que no se pueden decir”.
Antoñita, viuda de Ruiz: “Es una persona muy alegre y sabe mucho de teatro, más de lo que muchas personas se piensan”.
María José Alfonso: “Eres un recaudador, no de impuestos, pero sí de vida, de testimonios y de cosas hermosas”.
Francisco Valladares: “¿Tú te imaginas un Almagro sin esa Plaza, sin ese Festival, sin esas berenjenas? ¿Y sin ti? ¡Almagro te necesita! ¡Quédese, señor Peláez!”.
Carlos Hipólito: “Espero no perder tu número de teléfono para poder seguir consultándote mis dudas sobre teatro”.
Montesinos: “Te marchas del museo, pero no te vas a marchar ni de nuestra vida, ni de nuestro entorno, ni de nuestro cariño”.
Carmen Alborch: “Eres una persona culta, pero no prepotente, ni pedante, pero muestras tu sabiduría mostrando todo aquello que te rodea y amas”
Benhayer: “Me siento un tonto por no poder abrir mi corazón y enseñarte todo lo que hay dentro hacia ti: amor, admiración, cariño”.
J.M. Flotats: “Muchas gracias por nuestra historia, nuestra memoria y nuestra dignidad recuperada”.
Nati Mistral: “Te quiero porque siendo tan grande como eres, no lo quieres ser”.