Almagro mantiene encendida la llama de la tradición
- Publicado el Miércoles, 19 Enero 2011 00:30
Numerosas hogueras jalonaron calles y plazas en honor a San Antón
Con la caída de la noche, ayer, domingo, Almagro mostraba una aureola rojiza que llenaba la noche de destellos refulgentes que anunciaban la llegada de una de las fiestas con más tradición y seguimiento en la localidad encajera: las Hogueras de San Antón.
Internándonos por sus calles empedradas y agradeciendo lo benigno de una noche fría pero soportable en la que la niebla dio una corta tregua, caminamos dirigiéndonos a la Ermita de San Juan, lugar donde se sitúa la imagen reverenciada de San Antón, patrón de los animales y uno de los “Santos Viejos” con más devoción en la localidad.
En este recorrido y en cualquier calle o plaza, nos tropezamos con familias, amigos y curiosos que, un año más, sacan sillas, mesas, enseres varios y viandas para disfrutar de la compañía mutua en torno a unas hogueras observadas con curiosidad por los más pequeños de la casa que, tal vez, sea la primera vez que contemplan tan curiosa tradición.
El olor a somallao, el sabor dulzón de la limoná, el aroma de los chorizos y morcillas asándose o la calidez de las patatas asadas crean el atrezo perfecto para esta representación de lo antiguo que se hace presente año tras año en Almagro, pudiendo ver a numerosos vecinos hablando en corros sobre temas diversos en una noche esperada y disfrutada por jóvenes y no tan jóvenes que mirando al fuego se reúnen en este todavía balbuceante año que empieza su andadura.
Cuando llegamos a la Ermita de San Juan nos reciben puestos de frutos secos, atracciones para los más pequeños, puestos de castañas y churros y al fondo la hoguera de la Hermandad de San Antón iluminada por una luna en cuarto creciente colgada del cielo nocturno almagreño el cual recibe el impacto de los fuegos artificiales que anuncian a los cuatro vientos que la fiesta está en todo su apogeo.
Junto a la ermita, una barra de repostería llama a la conversación, a las risas y a los saludos, mientras que dentro, en un ambiente de respeto y devoción se reza frente a San Antón, flanqueado por su fiel guarrillo. Y con el sabor intenso del pan caliente y del somallao, damos el último sorbo a ese vaso de limoná que nos ha acompañado en nuestro recorrido por esta fiesta. Atrás dejamos las ascuas de hogueras ya casi extinguidas, el murmullo de algunos vecinos que haciendo frente al frío de la noche se resisten a meterse en sus casas, al abuelo que sostiene en brazos a un nieto que hace ya algún tiempo que cerró sus ojos soñando con las hogueras. Así dejamos a Almagro, con su aureola rojiza, con su tradición centenaria, con sus nobles gentes que “queman lo viejo como tributo obligado para proteger lo nuevo” y con una frase que más de uno ha repetido en esta noche, y es que ya se sabe “hasta San Antón Pascuas son”. Esta tarde, festividad del patrón de los animales, tendrá lugar la tradicional subasta y sorteo del guarrillo, en esta ocasión bautizada con el nombre de “Belén Esteban”. La cita, un año más, en la ermita de San Juan a partir de las cuatro de la tarde. * Ver imágenes*