Un grupo de senderistas de Almagro y Bolaños recorren el Camino de Santiago Sanabrés desde Puebla de Sanabria hasta la Santiago de Compostela.
- 07 Jul
Se invirtieron tres años para recorrer el total de 800 kilómetros que separan San Jean de Pie de Port del Campus Stellae. Después recorrimos el Camino Portugués desde la frontera en Valenca do Miño, un recorrido más corto por tierras pontevedresas pero que atraviesa lugares míticos de la leyenda de Santiago Apóstol. El pasado año este mismo grupo de senderistas realizaron el Camino Primitivo, que es aquél que recorrió el rey astur-galaico Alfonso II desde Oviedo cuando fue avisado por el obispo Teodomiro del descubrimiento del ara marmórea en el Compositum o Campo Santo. Y para este sexto año se propusieron recorrer el llamado Camino Sanabrés o Mozárabe, que es simplemente una variante del Camino de la Vía de la Plata, que viene del sur español, de Cádiz y Sevilla, pasando por Extremadura, Salamanca y Zamora, es aquí en esta provincia donde el Camino de la Vía de la Plata se divide en dos ramales, uno y principal que continua hasta Astorga, en León, donde se une a la gran vía jacobea que es el Camino Francés y la segunda variante que es este Camino Sanabrés, que desde Zamora se desvía hasta Puebla de Sanabria y se adentra en Galicia a través del puerto de Candas en la provincia de Orense. Recorre de sur a norte toda esta provincia pasando por su afamada capital antes de llegar a Santiago de Compostela. El nombre que también recibe de Mozarabe es por que este Camino surge de la peregrinación a distintos monasterios mozárabes ubicados a lo largo de este trazado.
“El resultado ha sido un Camino solitario y amable, con pocos peregrinos encontrados a lo largo de los días de caminata, aunque hemos tenido tiempo para compartir historias increíbles que siempre surgen en este universo, como aquella pareja de italianos que nos ofrecieron agua fresca y que se quedaron a vivir allí cuando haciendo el Camino pasaron por la casa que estaba en venta, y decidieron que ese lugar pegado al Camino, sería su destino. O aquella pareja ya mayor compuesta de un canadiense y una francesa que se dirigían a casarse a Muxia, ya que se conocieron en el Camino de Santiago hace ocho años. O Marcel de Barcelona y Peter de Baviera que han caminado junto a nosotros gran parte del Camino, o nuestros amigos de Sevilla que emprendieron el Camino con la perdida de un compañero que pensaba realizar el Camino con ellos y así cada peregrino es un hito más del camino, un momento, un apoyo, un sentimiento que nos acompañara siempre”, expresa José Vicente Gómez, coordinador del grupo.
Por eso queremos este grupo de senderistas recomiendan este Camino Sanabrés, por la belleza de sus paisajes a pesar de que las obras del Ave entorpecen la contemplación en muchas ocasiones, sus bosques, sus aldeas perdidas en el tiempo y el olvido, sus montañas, sus puertos: el de Padornelo y el de Candas; por la impresionante estancia en el Monasterio cisterciense de Oseiro del siglo XII, el segundo mayor después de El Escorial, donde el solo hecho de pernoctar una noche en este lugar merece la pena el esfuerzo. La ciudad de Orense que nos regala una catedral románica y un puente romano sobre el Miño impresionantes, las antiguas termas romanas aquí llamadas Burgas, y un rosario de callejuelas y animadas plazas.
“Y todos los pequeños momentos vividos a cada paso, los almuerzos en el bar de las Conchas en Albergueria, o en casa Rosario en Campobecerro o en el alto de Candas, la cena de San Juan en Lubian, o compartir brevemente a través de Onda Almagro con todos los oyentes esta experiencia un año más. El cansancio, el calor, la convivencia, la entrega sin condiciones a las exigencias de Camino y como siempre la llegada a Santiago, que este camino ofrece la mejor de ellas de todos los caminos, con las mejores vistas sobre la Catedral. Por todo esto mereció la pena el esfuerzo”, continúa Gómez en su relato del Camino realizado.
Dedican este Camino a Dolores que tuvo que abandonar el Camino después de la tercera jornada y que tenía todas las ganas y la ilusión que hay que tener para emprender esta senda. Y como no, a todos los compañeros de viaje que hacen evidentemente mucho más viable, asumible, entrañable y agradable nuestro Camino, a Luisa, Carmen, Elvira y José Antonio. *Ver imágenes blog*