El Palacio de los marqueses de Torremejía se presenta

El Palacio de los marqueses de Torremejía se presenta

El alcalde Daniel Reina agradece en nombre de todos los almagreños el altruismo y la generosidad del empresario mejicano Mauricio Fernández Garza que ha puesto “su ilusión, conocimiento y recursos” en recuperar y encontrar este maravilloso palacio al servicio de todos y para el disfrute de todos. Es imposible agradecer con palabras lo que ha hecho Mauricio por Almagro”.

 

Ayer, 12 de mayo de 2023 fue una fecha importante para Almagro. El empresario mejicano Mauricio Fernández Garza abría su casa, el palacio de los marqueses de Torremejía para presentar la extraordinaria y sobresaliente restauración llevada a cabo durante los últimos cuatro años. Los medios de comunicación, los técnicos y profesionales de diferentes ámbitos de actuación vinculados al proceso de recuperación del edificio, representantes políticos de la ciudad, amigos y familiares fueron, en la tarde de este pasado viernes, los primeros privilegiados en conocer la belleza hasta ahora” escondida “de este palacio edificado en la segunda mitad del siglo XV.

La intención manifiesta es que el palacio se pueda visitar y forme parte de la oferta turística de Almagro en el menor tiempo posible. “Yo lo que quiero es que el edificio se conozca, se disfrute y compartirlo al mundo” dijo ayer Mauricio Fernández que contó a los periodistas que creará una fundación para gestionar el proyecto del edificio, “es una aportación para España, no para mis hijos”, recalcó.

Además, el empresario mejicano explicó que sentía que tenía una deuda histórica con Almagro y sus habitantes por adquirir, en una subasta en la década de los años 70 en los EEUU, el artesonado de la que fuera la iglesia y universidad de Nuestra Señora del Rosario.  Precisamente, esa fue la razón por la que Fernández Garza vino por primera vez a Almagro para conocer cuál era el lugar original por el que se había construido este artesonado. A partir de ese momento, se vinculó estrechamente con la ciudad conjunto histórico-artístico. Prueba de ello, fue la compra de este edificio en marzo de 2019 para su posterior restauración integral.

Casi 500 camiones de escombros salieron de este edificio, joya arquitectónica del siglo XVI, remodelado y modificado en el siglo XVIII por sus propietarios originarios, en el XX donado a la orden religiosa de los dominicos, que lo convirtieron en convento y en sede de una escuela-hogar para niñas, administrada por monjas dominicas hasta 2015 que se trasladaron por la falta de actividad a otras de sus sedes. Los dominicos lo pusieron a la venta y el empresario mexicano lo adquirió en 2019 por un precio que habría rondado los 800.000 euros.

Tras cuatro años, algunos retrasos por la pandemia, la restauración ya ha finalizado pero el proyecto de desarrollo continúa. Una de las propuestas que quiere llevar a cabo es un restaurante mejicano dirigido por un chef de su país. Pero, no tiene fecha aún, para Mauricio Fernández lo importante es que el edificio se mantenga, se conozca y se disfrute de este palacio, único de la provincia con columnas isabelinas y que se disfrute de Almagro. De ahí su segunda propuesta de que el palacio forme parte de la oferta turística de espacios visitables de la ciudad. En este punto, halagó a Almagro, como siempre que habla o se le pregunta por la ciudad encajera, Almagro tiene “un millón de cualidades, se respetó su arquitectura, es una ciudad sin ruido…(…, una de las ciudades turísticas privilegiadas del sur de Madrid junto a Toledo o Málaga”,

Poe su parte, el alcalde Daniel Reina agradeció en nombre de todos los almagreños al empresario mejicano Mauricio Fernández Garza su altruismo y generosidad, ha puesto “su ilusión, conocimiento y recursos” en recuperar y encontrar este maravilloso palacio al servicio de todos y para el disfrute de todos. Es imposible agradecer con palabras lo que ha hecho Mauricio por Almagro”. Además, dijo que Mauricio Fernández pase mucho tiempo en Almagro para que disfrute del cariño que va a recibir de los almagreños que no van a olvidar su desinteresada aportación.

En esta misma línea habló la vicepresidenta de la Diputación, María Jesús Villaverde, “ojalá muchas más personas como Mauricio que venga a Almagro y a la provincia”.

A la presentación, asistió el embajador de Méjico en España, Quirino Ordaz, quien destacó también la generosidad y el altruismo de Fernández Garza, por "volcar su "ratifica la hermandad entre México y España" y la especial relación que el empresario mexicano tiene con Almagro. Sobre el edificio dijo que es “una joya arquitectónica que te asombras de ver sus pinturas, los techos, el mobiliario…”

Información general sobre el edificio

El Palacio de los marqueses de Torremejia de Almagro es un gran monumento arquitectónico se encuentra ubicado en pleno casco histórico de Almagro. El edificio ocupa toda una manzana, con una extensión total de 2.500 m2 distribuidos en dos plantas. La fachada principal del palacio mira a la Plaza de Santo Domingo, anteriormente denominada Pradillo de las Bernardas. La calle de las Ánimas, la calle de las Nieves y la plazuela de Valdeparaíso limitan los otros tres lados de la manzana.

No se conocen con exactitud quien fue el promotor, constructor y primer propietario del palacio. Diversas líneas de investigación concretan la relación que existe entre los orígenes de este palacio, y la familia Pisa, procedente de tierras gallegas. Esta relación se debe a la presencia de un escudo con la imagen de un águila coronada en el patio principal del palacio, símbolo de esta familia. Tras el paso de varias familias, llegó a manos del primer marqués de Torremejia, Gaspar Osorio Mejía y Zúñiga, caballero de la orden de Santiago.

Hasta el siglo XX este palacio fue propiedad y residencia de los marqueses de Torremejia que, en 1936 al morir el último marqués sin descendencia, donó el edificio a la orden de Dominicos, los cuales lo cedieron a las monjas dominicas del Santísimo Sacramento. Estas fundaron una escuela hogar femenina bajo el nombre de Nuestra Señora del Rosario. En el año 2010 las monjas cesan su actividad docente y en octubre de 2015 son trasladadas a otro convento lejos de Almagro. Por tanto, el Palacio revertió de nuevo a la Orden de los Dominicos, cuyos responsables lo vendieron en el año 2019 al empresario Mejicano Mauricio Fernández Garza, quien ha llevado a cabo una gran labor de restauración, recuperación y puesta en valor del Palacio.

Mauricio Fernández Garza está vinculado a Almagro desde que descubrió la procedencia del artesonado mudéjar del siglo XVI que decora el techo de su residencia mexicana, ya que perteneció a la iglesia de la Antigua Universidad Nuestra Señora del Rosario de Almagro.

Arquitectura

Todos los autores coinciden en que el hoy Palacio de Torremejia fue edificado en la segunda mitad del siglo XV. El edificio tiene dos plantas en torno a un patio principal y un gran segundo espacio abierto o corral, con acceso directo a la plaza por una gran y sencilla puerta de carruajes. La distribución interior del palacio responde a la concepción mudéjar, de manera que el zaguán, descentrado con respecto al eje central del patio, sigue el esquema típico mudéjar de recodo para acceder a las galerías del patio principal.

El patio, de forma rectangular, está rodeado de galerías de 3 metros de anchura que comunican con las crujías en las que se instalan las distintas habitaciones. En la actualidad se han recuperado 11 delgadas columnas de piedra de estilo isabelino (siglo XV), rematadas con capiteles dóricos adornados con escudos, entre ellos los de la familia Pisa, que se corresponden con un águila coronada con las alas desplegadas. Una delicada labor de restauración ha permitido recuperar los colores originales de la decoración de los techos de madera o artesonados de este patio, tallados en madera de pino sin sangrar, una de las joyas artísticas del edificio.

El suelo del patio ha recuperado también su mosaico original de delgadas figuras geométricas realizadas con pequeños cantos rodados. En el centro se ha instalado una pequeña fuente de origen árabe, que recibe el agua a través de canales o pequeños acueductos de origen romano traídos exprofeso a Almagro.

La fachada, de gruesos muros de adobe y ladrillo y encalada, tiene su centro en la monumental puerta de acceso y guarda una simetría bilateral en la disposición de los balcones y las ventanas, con tres vanos a cada lado, tanto en el piso inferior como en el superior. Destaca la portada, cuya altura rompe la línea del alero, conformando un frontón triangular que alberga el escudo. La puerta en sí, adintelada, presenta jambas jadeadas con sendas columnas muy estilizadas que sustentan el dintel, decorado por rosetas o florones laterales que enmarca el escudo central.

Pinturas restauradas

En el piso superior del Palacio y en el ala que da a la fachada principal se han restaurado y recuperado una serie de pinturas del siglo XIX que decoran las paredes y partes de los techos de las habitaciones. Son pinturas murales al temple que han sido restauradas bajo la dirección del restaurador Ignacio Fernández y la supervisión de la Consejería de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Las pinturas conforman uno de los grandes tesoros artísticos del palacio. Hay pinturas sobre el papel de arroz que representan escenas cotidianas de China, pero también escenas costumbristas de campos situados en las inmediaciones de Almagro. Hay también motivos clásicos, romanos y griegos y representaciones de antiguas embarcaciones portuguesas surcando un ancho rio, rostros de indios con plumas y toda clase de animales.

Los murales estuvieron cubiertos hasta con 3 capas de papel diferentes, que afortunadamente los protegieron. El restaurador mejicano Manuel Serrano participó, en el inicio en el rescate de dichas piezas. Enseñó su  técnica correcta con Santos Romero Vargas, encargado de la restauración del Palacio. Al fallecimiento de Serrano, los trabajos de restauración continuaron de la mano de Ignacio Fernández que durante muchos años fue restaurador del Museo del Prado.  El proyecto y la dirección de obra se ha llevado a cabo por el estudio de arquitectura Pérez Parada Arquitectos.