La Compañía Romana abre los desfiles procesionales de Almagro

Armaos

Los Armaos salen por primera vez a la calle, con la imagen de la Entrada de Jesús en Jerusalén desde la iglesia de Madre de Dios este Domingo, Domingo de Ramos

Si hay que hablar de la Hermandad que más estará en la calle durante la Semana Santa esa es la Compañía Romana. Alrededor de doscientos armaos invaden las calles de Almagro y están presentes en todas las procesiones y actos litúrgicos.

Es también la hermandad que tiene los estatutos más estrictos. Se rigen jerárquicamente como si fuera un ejército. La jefatura de la compañía romana la forman 24 jefes. Seis cada año son los encargados de organizar las guardias, las procesiones… aunque mejor dicho los que manda son los comandantes. La compañía almagreña tiene cuatro, por lo que cada uno de ellos es la máxima autoridad cada cuatro años pero también el resto de los que forman la jefatura: un capitán, un capitán ayudante, tres tenientes, 1º, 2 y 3º que son elegidos por riguroso orden de antigüedad y presencia en las procesiones de Semana Santa. Dentro de este grupo hay otro cargo más: el abanderado. Este es el único cargo que no depende del lugar que ocupes en la lista de hermanos. El abanderado es elegido por sorteo, aunque eso sí con el requisito indispensable de haber participado en todos los actos de la Semana santa anterior. Este año el afortunado es Antonio Chaves. Sobrino de uno de los armaos más conocido de Almagro que heredó de su tío su traje y su sable. Se muestra muy orgulloso de ser el abanderado de la semana santa 2014 y que va compartir con toda su familia. Porque la familia Chaves Romero es probablemente la única de la ciudad que todos sus miembros se visten de armaos. “esto es lo más grande y la ilusión para un Armao, llevaba 16 años echando bandera y estaba deseando que llegase”.

Nos preguntamos cómo la familia Chaves lo hacen para ponerse la armadura, la chapa como se le conoce popularmente o cómo se la quitan. Una cosa que no sabe todo el mundo es que el Armao no puede salir a la calle sin estar bien uniformado, no puede quitarse el casco en público y sobre todo necesita la ayuda de una persona para poder vestirse y quitarse el traje. Por eso no es raro ver sobre todo a las mujeres de estos “romanos” salir antes de la Plaza Mayor cuando acaba el caracol para llegar las primeras a sus casas y ayudar a desvestirse. Una labor que alaban los armaos, sobre todo los que forman parte de la jefatura porque el trabajo es mucho. “Es una labor muy bonita, muy cansada, estás todo el día corriendo detrás de él y así llevo 27 años, pero si te gusta como a mí y ves que ellos disfrutan sigues haciéndolo, es una manera de colaborar a que la tradición no se pierda”, dice Aurora, mujer de un jefe de la Compañía Romana.

Sobre el traje, el principal elemento es la bota porque como cuentan se hacen muchos kilómetros durante solo dos días y medio y si al comandante le gusta andar, “apriétate la bota”. Y es que además, de las procesiones y los tres caracoles que hacen en la Plaza Mayor, los Armaos tiene más actividad que hacen que el tiempo de descanso sea casi nulo durante toda la semana santa. El domingo de ramos ya estarán en la calle y después el miércoles tendrá lugar las catas. Tradición que se remonta a muchos años en la que los jefes invitan a limoná a todos los miembros de la Compañía Romana que lo deseen. Los tiempos han cambiado y lo que menos se cata es la limoná pero se sigue celebrando con el mismo ritual. La última cata tiene lugar en casa del abanderado que es el momento que recibe la bandera.

Y la actividad continúa durante la madrugada del miércoles a jueves. La banda de música tocará diana y horas más tarde comenzarán las guardias de Armaos que estarán en las dos iglesias en las que se celebra los oficios del Jueves Santo. Después de las guardias, todavía quedará la procesión del Prendimiento en el que la compañía romana tiene mucho qué decir. Los romanos fueron los malos que prendieron a Jesús y hoy Almagro recuerda el momento este momento. El primer teniente será el encargado de realizar el prendimiento, este jueves santo le corresponde a Vicente Bermejo. Y así hasta el sábado al medio día, que harán el último caracol, un espectáculo que sorprende todos los años a visitantes y almagreños.

El caracol es una forma de desfilar en la que los ‘Armaos’ forman en fila de a uno y terminan enredándose en el centro, porque el primero, que es el ‘Cabo de Cuarta’, llega al centro de la plaza y cambia el sentido al pasar por debajo de las espadas de otros dos mandos. Todos lo siguen y terminan desenredando el caracol y poco a poco deshaciendo los círculos concéntricos que van describiendo. Un movimiento colectivo de todas las unidades que conforman la Compañía Romana y que generan una singular imagen que impresiona y admira a las miles de personas que cada año se dan cita en la Plaza Mayor almagreña. Pero los soldados romanos no sólo realizan el caracol. Durante los tres días centrales de la Semana Santa hacen los denominados frentes. Al llegar a la plaza Mayor los ‘Armaos’ forman filas de ocho, extendiéndose por todo el ancho del paseo, y avanzan siempre en paso ordinario pero, poco a poco, y a la voz del comandante, giran 180 grados, todos al mismo tiempo, y avanzan hacia el otro lado.

Preparativos Semana Santa

Al igual que el resto de hermandades, comenzaron a prepararse para la Semana Santa hace semanas. En cuanto acabó Carnaval, no habido noche que no se hayan reunido en su sede para tenerlo todo preparado para este domingo, domingo de Ramos. Lo primero, la entrega de poderes al comandante, la máxima autoridad que este año ha recaído en José Mestanza, aunque le correspondía a José de Toro pero por asuntos de salud no ha podido hacerse cargo de su Compañía como le hubiera querido.

El segundo paso fue revisar los 65 trajes que la hermandad tiene preparado para los hermanos que lo soliciten. Un trabajo que se dilata durante varias noches ya que el traje de Armaos consta de muchas piezas. De esta manera, la sede parece divida en varias partes. En un lado las botas, en otro las corazas, las chapas, los cascos, en otro las faldillas e incluso en otro lado las piezas que hay que arreglar y reparar. Todo está bien organizado y cada uno de los miembros de la junta sabe lo que tiene que hacer.

La chapa más antigua, puede tener ya 80 años y luce casi como las nuevas. Gracias a las manos de Paco, autor de las armaduras. Algunas son nuevas pero otras parecen nuevas después de pasar por sus manos y repararlas. ¿Cuanto tiempo lleva hacer una armadura? Una semana a pleno rendimiento, de lunes a sábado o domingo al medio día. Este año, han sido cinco nuevas las corazas que se verán en las calles de Almagro pero otras tantas lucirá como nuevas.

Después de la revisión llegó el momento de su reparto. Como costumbre se hace el segundo día de ensayo, conocido como los domingos de instrucción que se realiza por las calles limítrofes de la sede la hermandad los tres domingos anteriores al domingo de ramos. Aunque este año también se ha hecho por la noche. Estos ensayos tambien han sido solidarios. Por segundo año han recogido alimentos que han donado al banco de alimentos que repartirá entre las familias con menos recursos económicos de la localidad. El primer domingo de ensayo, además, se conoce la cuarta, nueve miembros de la compañía que abren el desfile y se organizan las guardias en los distintos espacios.

Las Novedades de este año, la salida de las procesiones del Domingo de Ramos- su procesión- y la del Hambre, el Viernes Santo por la mañana, que saldrán de Madre de Dios, también han restaurado la imagen de San Juan, conocida como el san Juanillo y han colocado nuevas andas. Este año, saldrá portada por doce mujeres vinculadas a la Compañía. Curiosidades, es mejor un traje grande que pequeño porque son demasiadas horas vestido con una chapa que se ciña mucho, prefiere el calor al frío y unas buenas botas para que no le pase como un Armao que el año pasado tuvo que pedir un coletero a una chica que estaba viendo el caracol porque la bota se le había despegado. Y es que el las suelas se desgastan mucho. Anécdotas hay de todo tipo, armaos que han esperado en la puerta de su casa a sus familiares porque el plumero o el casco impedía pasar por la puerta o otros que se tuvieron que vestir tres horas antes de salir de sus casas porque su mujer tenía que irse a trabajar y nadie podía ayudarles después. A pesar de estos inconvenientes, de las ampollas, rozaduras y heridas en los pies, el que se pone la primera vez un traje de Armao no lo deja durante toda su vida.*Ver imágenes*