Charla de Dolores Cabezudo y Carmen Pagador en el Centro de la Mujer de Almagro

Anécdotas, vivencias y aspectos profesionales ante un auditorio entregado a las ponentes

En la noche del pasado miércoles, y dentro de las actividades organizadas desde la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento de Almagro, se desarrolló la charla impartida por Dolores Cabezudo, licenciada en Ciencias Químicas y Carmen Pagador, licenciada en Medicina en la especialidad de psiquiatría, llenándose la sala de conferencias para escuchar “a dos mujeres que son ejemplo de perseverancia y tesón”. La primera en intervenir fue Carmen Pagador la cual realizó un recorrido vital y profesional a través de sus cuarenta años de profesional de la medicina psiquiátrica, centrándose especialmente en su dilatada experiencia en Ciudad Real, comentando que “ella como mujer ha conseguido metas profesionales y personales, aunque viviendo momentos difíciles y duros teniendo en cuenta que en épocas pasadas la psiquiatría era la cenicienta de la medicina, aunque sin arrepentirse en ningún momento”.

Otra de las ideas destacadas por Pagador fue la búsqueda constante de la mejor calidad de vida posible para este tipo de enfermos a lo largo de su carrera profesional, habiendo participado en muchos equipos de investigación, “llegando a la conclusión de que se debe medir a la gente por su valía, esperando conseguir un horizonte mejor”. Tras la larga ovación del público asistente tomó la palabra Lola Cabezudo, la cual realizó una serie de reflexiones como científica y mujer, comentando las dificultades añadidas que siempre han tenido las mujeres, aunque en su caso el ser enérgica y exigente le ha ayudado todos estos años.

Cabezudo explicó que su interés por dedicarse a la investigación quedó patente desde muy joven, destacando “la importancia que para las mujeres ha tenido que previamente otra mujer les haya ido quitando pequeñas piedrecitas que suelen aparecer por el camino”. Un aspecto señalado por Dolores Cabezudo fue “la sensación de no haber tenido todo el éxito en la investigación debido a que por razones sociales o culturales a muchas mujeres de los equipos de investigación no les merecía la pena o no podían compatibilizar la situación familiar y personal”. Finalmente Cabezudo realizó un repaso por su labor docente y pedagógica relatando algunas simpáticas anécdotas, no pasando la oportunidad para hacer una referencia al Año Internacional de la Química “teniendo un especial entusiasmo en un futuro creativo”.