San Blas cierra las festividades de los santos viejos

Frutos secos, churros, hornazos y gargantillas pusieron el toque gastronómico en esta fiesta tan tradicional

San Blas cerró ayer la última de las festividades de los Santos Viejos. Los actos comenzaron con un chocolate caliente y churros para todos los que madrugaron para asistir a los laudes. A las doce de la mañana, el párroco Pedro Lozano presidió la misa en honor al patrón de los otorrinolaringólogos en la ermita que lleva su nombre. Por ello, entre los asistentes a la función religiosa, no faltó la representación de algún médico especialista del oído y de la garganta como tampoco faltó pedirle a San Blas por el cuidado de la garganta. La celebración eucarística finalizó con la tradicional invitación a limonada y bocadillitos que la Hermandad de San Blas realiza cada año.

Por la tarde, la fiesta se trasladó a los alrededores de la iglesia. El olor a churros recién hechos, la plancha llena de chorizos o morcillas, los botellines y las atracciones para los más pequeños volvieron a convertirse en los protagonistas de una de las fiestas más esperadas del año. Y como manda la tradición, los almagreños despidieron los Santos Viejos comprando frutos secos, almendras garrapiñadas, gargantillas y los últimos hornazos para compartir con la familia y amigos.

El próximo año, Almagro volverá a celebrar los Santos Viejos- San Antón, San Ildefonso, la Virgen de la Paz, la Virgen de la Candelaria y San Blas- que mantienen vigente la esencia religiosa y festiva de la localidad. *Ver imágenes*

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