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La Piel del Oso Teatro estrena La Marquesa Rosalinda en el Teatro Municipal

  • Publicado el Lunes, 25 Octubre 2010 00:30

La farsa sentimental y grotesca de Valle-Inclán volverá a Almagro los días 13 y 20 de noviembre y el 4 y 18 de diciembre

La Marquesa Rosalinda de Ramón Valle-Inclán llegó al Teatro Municipal de la mano de La Piel del Oso Teatro. La compañía que justo hace dos años estrenó su primera obra teatral sobre un escenario, ha vuelto con una de las obras más difíciles de representar de Valle-Inclán. Pero, el reto ha sido superado. La puesta en escena, la escenografía, la selección musical, el vestuario consiguieron que los espectadores que asistieron en la noche del sábado al Teatro Municipal se adentran en el jardín animado donde se desarrolla la obra y en el que habitan caballeros, damas, rufianes, abates, ninfas y comediantes.

 

El Ayuntamiento en su objetivo de incentivar el teatro, ha colaborado con la puesta en escena de este montaje en el que trabajan actores profesionales y otros actores de diversas profesiones cediendo el Teatro Municipal como muestra más de su apoyo a las iniciativas teatrales y culturales del municipio. La representación del sábado no será la única, los dos próximos meses, La Marquesa Rosalinda, dirigida por María Victoria Toajas Roger, estará de nuevo en el Teatro Principal. Concretamente los días 13 y 20 de noviembre y el 4 y18 de diciembre. En esas fechas, los actores volverán a subirse a un escenario con la misma pasión y con el mismo esfuerzo entusiasta que lo hicieron el día del estreno, tratando de contribuir a la vida cultural de Almagro.

Tres actos

La obra, un canto a la teatralidad, está dividida en tres actos, que son presentados por las Decoraciones, misteriosos personajes -seres que habitan el jardín- que actúan como narradoras y como acotaciones. Además, de los cómicos, Arlequín, Colombina, Pierrot y Polichinela -personajes de la Comedia del Arte- en la decadente vida de la corte que irrumpen en el jardín, tras conseguir el permiso del decrépito y algo lunático Marqués. Ellos son los que, por un tiempo, introducen la ensoñación amorosa, el juego y la ilusión en la vida de la Marquesa, esposa hermosa e insatisfecha que teme el comienzo de la decadencia de su belleza.

Este breve momento, el que dura la ilusión del teatro en el escenario, nos permite ver desfilar por el escenario risas cortesanas, amores incipientes, maridos despechados, rufianes grotescos, abates, dueñas y meninas, hasta que la inevitable imposibilidad de mantener el enredo amorosa, los cómicos suben de nuevo al "carro de la antigua farsa", como explica la directora de la obra, María Victoria Toajas. Como se afirma en el programa, se trata de una elección atrevida, cuya puesta en escena entraña una enorme dificultad, que el grupo La Piel del Oso Teatro ha afrontado subrayando la enorme teatralidad de los personajes y de las situaciones, así como su inclinación grotesca, mediante el trabajo de los actores, el vestuario, el maquillaje y el movimiento escénico, de manera que son más importantes las situaciones creadas en cada escena que el argumento mismo, señalan desde la dirección de la obra.

El montaje se apoya también en el refinamiento evocador de una exquisita selección musical realizada por Montse Valdés y una estilizada e imaginativa escenografía, creada por Javier Navarro, que favorece el juego teatral de los actores que cambian su identidad con la misma facilidad que cambian las voluntades de los amantes en este irreal jardín dieciochesco. El estreno de La Marquesa Rosalinda ha tenido lugar casi exactamente dos años después de la presentación de su primer montaje Abre el ojo de Francisco de Rojas Zorrilla, estrenado en el Corral de Comedias el 24 de octubre de 2008. Y como no podía ser de otra forma, los versos modernistas de Valle-Inclán resonarán en el espacio escénico más adecuado para tal fin, el Teatro Municipal de mediados del siglo XIX.

Información general sobre la obra

La obra se publicó por primera vez en diciembre de 1911 y se estrenó en el Teatro de la Princesa de Madrid el 5 de mayo de 1912 por la Compañía María Guerrero-Fernando Díaz de Mendoza. Pertenece, por tanto, a la que podría considerarse primera época de la obra dramática de Valle-Inclán. Transcurre en un escenario poético que el autor sitúa en los jardines dieciochescos de Aranjuez en la corte del primer Borbón, Felipe V. Esta localización y los versos refinados y preciosistas vinculan La Marquesa Rosalinda con el Modernismo deudor del poeta Rubén Darío, sin embargo, su autor subtitula la obra como "Farsa sentimental y grotesca" y, en efecto, en ella se mezclan lo melancólico y lo grotesco, lo sentimental y lo cómico, anticipando lo que se denominará después teatro esperpéntico.