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La Blonda protagonista en un curso monográfico

  • Publicado el Martes, 07 Septiembre 2010 00:30

Diez alumnas provenientes de diferentes lugares de la geografía española aprenden las claves de esta forma de encaje

Hasta el próximo día diecisiete de septiembre, las alumnas participantes en el curso de Blonda organizado desde la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almagro que tiene como lugar de celebración el Museo del Encaje, podrán aprender las diferentes técnicas y secretos de esta labor tradicional “difícil y delicada” como apuntaban las propias alumnas venidas de lugares tales como León, Cádiz, Madrid o Córdoba. Según explica Nati González, monitora de este curso de Blonda de Almagro, “la mayoría de las participantes son profesoras de encaje de diferentes lugares que quieren dar un paso más en sus conocimientos atreviéndose con la Blonda”, añadiendo que “muchas de las alumnas de este curso han participado en anteriores ediciones lo cual da muestra del interés que despierta esta tradición artesanal”.

 

Para las participantes algunos de los aspectos más difíciles de la blonda serían “las entradas y salidas del dibujo” o “encajar el dibujo en la red” aunque se plantea este difícil aprendizaje como “un reto que gusta más incluso que la elaboración del encaje tradicional con lino”. Pañuelos, abanicos o gasas son algunas de las aplicaciones prácticas de esta técnica que tiene como referente al hilo de seda con el que se elabora la blonda, que ya desde mediados del s. XIX tuvo a Almagro como el centro de mayor importancia en España, destacando sobre todo la famosa mantilla almagreña que inmortalizó la conocida melodía.

Desde la organización de este curso se explica como las blondas se hacen en banda a lo largo de la almohadilla con un ancho que pocas veces excede de quince centímetros y estas bandas se unen después por las orillas con gran esmero con la aguja y seda fina imitando el tejido de la gasa, operación que se llama entolar siendo así como se hacen las mencionadas mantillas de Almagro. Las diez participantes desarrollan su aprendizaje en la planta baja del Museo del Encaje de Almagro, de diez a una del medio día y de cuatro a siete de la tarde, realizando una labor de “superación muy gratificante”, destacando igualmente el buen ambiente reinante en este curso además de enfatizar la belleza de Almagro como lugar de referencia dentro del panorama encajero nacional.