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La iglesia de San Agustín recuerda la efeméride histórica del 11 de diciembre de 1978: el nacimiento de Castilla-La Mancha

  • Publicado el Miércoles, 12 Diciembre 2018 12:45

Los parlamentarios regionales de la primera legislatura Francisco Cañizares de Lera (AP) y Javier Martín del Burgo (PSOE) y el parlamentario nacional Pedro Menchero (UCD) que formó parte del grupo de representantes políticos que redactaron el Estatuto de Autonomía, descubrieron ayer la placa que conmemora la reunión que tuvo lugar en Almagro hace 40 años.

 

El 11 de diciembre de 1978 es una fecha importante para los castellano-manchegos. Fue el comienzo de la creación de la comunidad autónoma. No es una efeméride conocida por la mayoría de los ciudadanos que viven en la región, lo que incluye también a la mayoría de los almagreños, teniendo en cuenta que la firma de lo que se conoce como la constitución del Ente Preautonómico se rubricó en el salón de plenos del Ayuntamiento que continuó con la reunión de la asamblea constituyente en la iglesia de san Agustín. Por eso actos como el de ayer tiene mayor relevancia en un doble sentido: conmemorar la constitución de lo que es ahora la Junta de Comunidades y difundir esa parte de la Historia de la que poco se tiene constancia, a pesar de la transcendencia de lo acaecido.

De la mano del Ateneo y en colaboración con el Ayuntamiento encajero, Almagro recordó en la tarde de ayer este momento histórico. En primer lugar, dos parlamentarios regionales de la primera legislatura Francisco Cañizares de Lera (AP) y Javier Martín del Burgo (PSOE) y el parlamentario nacional de la primera legislatura de la Democracia, Pedro Menchero (UCD) que formó parte del grupo de representantes políticos que redactaron el Estatuto de Autonomía, compartieron sus vivencias, experiencias y opiniones con los asistentes que llenaron por completo el salón de plenos del Ayuntamiento de Almagro.

Francisco Cañizares, quien se mostró especialmente afectuoso con su compañero Martín del Burgo en el inicio de su intervención, recordó que hace cuarenta años en el debate político “se imponía lo que no se había perdido nunca, el respeto, el reconocimiento y el afecto”, asegurando que “no se puede construir nada jurídica, social, filosófica y políticamente sin tener esos valores en el punto de referencia de nuestro hacer público y privado”. Discursos como el de ayer, pronunciado por Cañizares, deberían escucharse en boca de los políticos actuales para avanzar en estos tiempos actuales, sin enfrentamientos innecesarios “juzgar, excluir, descalificar, condenar es terrible y ahora parece que se ha convertido en un procedimiento natural; si puedo echar mano del termino insultante más lesivo, lo voy a emplear y si puedo poner nerviosa a una colectividad voy a procurar que esa noche no descanse”, Cañizares continuó “es bueno que nos demos cuenta de lo que se ha hecho, de dónde venimos y lo que queremos para el futuro y descubrir a los egoístas, a los rebeldes, a los sediciosos y no caer en las tentaciones de ciertas mejoras, horizontes u otros futuros que puedan prometer con independencia del color y del nombre de la entidad (…)”, debemos esforzarnos en lo que tenemos en común”.

Martín del Burgo se expresó en términos parecidos a los de Cañizares insistiendo en que “escuchábamos al que pensaba de forma diferente”, antes de relatar cómo se sucedieron las reuniones definitivas en Cuenca, Toledo, Almagro, Guadalajara y Alcorcón para dar a luz al Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, en un proceso que no fue fácil, pero del que se mostró orgulloso porque “hemos sido capaces de levantar una sociedad mejor para nuestros hijos”, aseguró.

De algunas de esas dificultades habló especialmente Pedro Menchero, como la complejidad del proceso decisivo para dejar fuera de la región a Madrid e incorporar a Albacete, provincia que inicialmente se adscribía a territorio murciano. Y se hizo algunas preguntas en voz alta dudando sobre lo que hubiera ocurrido de incorporar a Madrid dentro de Castilla-La Mancha, o de haber realizado un referéndum aprobatorio de la Autonomía, "pero era tal la voluntad de todos los políticos y de los partidos implicados que, aunque no fue un camino de rosas, toda salió bien, muy bien”, remató Menchero.

El acto, dirigido por el coordinador de la sección de Historia del Ateneo, con Francisco del Río, como coordinador, estuvo presidido por el concejal de Cultura, Pedro Torres. “Para Almagro es una enorme satisfacción y orgullo que se celebrara este acto fundacional y decisivo para la historia de estas tierras; Castilla-La Mancha como entidad jurídica no había existido nunca, nació ese día y acto decisivo porque las condiciones de vida han mejorado notablemente, estos 40 años han sido la mejor etapa de toda la historia de España”.

En la mesa presidencial también participaron el presidente del Ateneo, José Antonio Prieto y el vicepresidente de la Diputación Provincial, David Triguero. Todos estuvieron de acuerdo en señalar que los cuarenta años de Democracia y coincidentemente de Autonomía han sido "los cuarenta mejores años de nuestra historia", recordando los avances y logros obtenidos en conceptos como “libertad, democracia, paz, progreso y prosperidad”, como apuntó José Antonio Prieto. Pedro Torres dijo sentirse “contento porque Almagro ejerciera de pila bautismal de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha”, y David Triguero quiso poner sobre relieve el ejemplo del “diálogo que supieron mantener en esa etapa constitutiva los responsables políticos”.

Invitados, organizadores y asistentes, siguieron después el mismo camino que los protagonistas de la efeméride a celebrar, trasladándose a la contigua iglesia de San Agustín, ya que el lugar en el que se firmó el acta del 11 de diciembre del 78 fue el mismo salón de plenos municipal, pero la reunión de la asamblea constituyente se celebró en la desacralizada iglesia de San Agustín. Cañizares, Martín del Burgo y Menchero fueron los encargados de descubrir una placa conmemorativa de este aniversario, firmando posteriormente en el libro de honor de la ciudad.