Alumnos del Instituto Antonio Calvín crean conciencia sobre la necesidad de evitar el desperdicio de comida

Alumnos

Han creado el blog https://sindromedeabundancia.blogspot.com.es/. Ha compartido su trabajo en las redes sociales y son ya una decena de centros educativos de toda España que colaboran con el proyecto.

Con la finalidad de tomar conciencia sobre la necesidad de evitar el desperdicio de comida, alumnos del Bachillerato de Imagen y Sonido del pasado curso escolar del Instituto de Educación Secundaria Antonio Calvin se embarcaron en el proyecto “Síndrome de la abundancia” de la mano de su profesora de Dibujo, Inmaculada Contreras. Lo que empezó con una actividad de aula, ha traspasado las fronteras del instituto para convertirse en un proyecto colaborativo. Los alumnos han creado un blog https://sindromedeabundancia.blogspot.com.es/, tiene la web http://inmacs2010.wixsite.com/sindromedeabundancia, donde está toda la información del proyecto y comparten su trabajo en el hashtag en Twitter #reaprovéchalo. Sus trabajos podemos verlos en instagram, Facebook o youtube.

Utilizan la imagen al servicio de generar conciencia contra el desperdicio alimentario y dan consejos de cómo se puede reaprovecharla la comida, con el objetivo de difundir a cuantas más personas la necesidad de evitar el desperdicio. El proyecto continúa este año con los alumnos de 2º de Bachillerato de la misma especialidad pero también se han involucrado los alumnos de la asignatura de Plástica de 1º y 2º de la ESO del instituto almagreño, alumnos de centros de Almagro y alumnos de una decena de centros educativos de toda España (Almería, Tenerife, Madrid, Vigo, Navarra, Málaga…) que han creado también campañas de concienciación en sus colegios e institutos.

“Porque ¿quién no se deja un trocillo de pan al terminar de comer sobre la mesa, hasta que se pone duro y termina tirándolo? ¿Y qué me dices de ese sobrante de la comida de ayer, que terminará siendo otra nueva forma de vida en algún envase dentro del frigorífico? ¿Y de esos yogures caducados que compramos por docenas y que languidecen hasta que tememos intoxicarnos y los lanzamos a una nueva espiral de desperdicio innecesario? Pensar -y hacer pensar- en las implicaciones medio ambientales, en el despilfarro económico, en las implicaciones éticas y morales, en el absurdo, en suma que esto supone y tratar de poner nuestro granito de arena para solventarlo, son algunos de los objetivos de este proyecto”, explica la profesora.

Los alumnos han conectado con entidades implicadas en el tema como Yo no desperdicio, We Save Eat, Movimiento RAP... iniciativas de carácter privado y público que luchan por la misma causa, usando las redes sociales como modo de dar a conocer la problemática del desperdicio de comida. El proyecto trata de potenciar valores éticos, crear una conciencia colectiva sobre nuestro comportamiento irracional para con los alimentos, y de respeto hacia quienes ni siquiera pueden disponer de ellos a diario; crear también conciencia ecológica, poniendo freno al consumo excesivo, favoreciendo la reutilización. Como ejemplos, han colgado videos de cómo hacer unas migas, o diferentes postres aprovechando comida que tienen en sus casas. Y por último, promocionar hábitos saludables y consumo sostenible.