Arcadio Calvo Gómez, Cronista Oficial de Almagro

Puerta de Almagro

El cuadro de San Jerónimo penitente del museo diocesano de Ciudad Real pudo haber pertenecido al hospital de los Cavallería de Almagro

Del antiguo patrimonio pictórico-religioso que actualmente se conserva en las iglesias almagreñas en su conjunto sobrepasan de una treintena y según los expertos de estimable calidad artística e histórica digna de tener en cuenta. Un bien muy valioso que debemos cuidar como nuestro valioso legado religioso y cultural. Milagrosamente, es lo que se pudo salvar de la barbarie de la guerra de 1936.

Las obras pueden contemplarse en sus lugares de origen como es el Santuario de Ntra. Sra. de las Nieves, Iglesia del Monasterio de las M.M. Dominicas de Clausura (dos en depósito en el Museo Diocesano de Ciudad Real)* iglesias de San Bartolomé el Real, de San Agustín (desacralizada) San Francisco (antiguo convento masculino de franciscanos de Santa Catalina hoy Parador Nacional) y alguna pintura que se conserva en el interior de la clausura del Convento de los Dominicos (antiguo de Ntra. Sra. de la Asunción de Comendadoras Calatravas).

Muy bellas son las pinturas que componen la colección de nueve cuadros (incluido el de la Asunción en el techo) de diferente formato que decoran las paredes del camarín del Santuario de Ntra. Sra. de las Nieves relacionados con la vida de la Virgen María. Obra atribuida a la Escuela Madrileña del XVII, al parecer costeada por la Diputación de Ntra. Sra. y devotos de entonces (esta colección junto a la que se comenta en el párrafo siguiente fueron restauradas en 1997 por el servicio de Conservación de Bienes Culturales de la Excma. Diputación de Ciudad Real).

El segundo Conde de Valdeparaiso como patrono del Monasterio de la Encarnación de Madres Dominicas, encarga en 1755 para su iglesia al pintor Antonio González Velázquez cuatro extraordinarios cuadros de gran formato que por su temática se conocen como “Ciclo de David” (González Velázquez fue nombrado en 1757 pintor de Cámara por el Rey Fernando VI). Preside el altar mayor una bella Anunciación- atribuida a Vicente Carducho o su escuela donada por la familia Piñuela en la posguerra. Por esas fechas y procedentes del mismo convento fueron restauradas y depositadas en el Museo Diocesano de Ciudad Real dos importantes obras pictóricas: San Jerónimo penitente y Santa Ana la Virgen y el Niño, esta conocida como “Tres Generaciones”. El primero datado en 1645 tiene como firma ATQ. Sus medidas 168x121,5 cm. “ es un impresionante estudio de la luz y anatomía y de un estilo perfectamente atribuido a Ribera”.

Según descripción de Ana María Fernández Rivero, colaboradora del Museo …”la imagen representa al Santo en una de las etapas de su vida de ermitaño en solitario, de gran corporeidad y musculosidad de cuerpo poderoso y, sin embargo frágil, abstraído en la meditación, de aspecto venerable, semicalvo y con larga barba, apoyado sobre la Biblia abierta. Se reconoce al penitente por su semidesnudez, le cubre un paño de pureza blanco y un manto, y se halla ante la entrada de la gruta rodeado de una combinación de los atributos que le hacen reconocible como el león al que se dice saco una espina clavada de la pata…también aparecen reflejados el cráneo o calavera símbolo de la fugacidad de la vida y el capelo cardenalicio y manto, así como los libros símbolo de la ciencia y sabiduría…” (la obra fue elegida como pieza destacada del mes (septiembre de 2014) del Museo.
El cuadro “Tres generaciones” de 204x145cm.anónimo de la Escuela Veneciana de 1627, según la ficha del Museo es de gran calidad artística, tanto por su grandiosa composición como por su vistoso colorido.

En la parroquia de San Bartolomé; Un cuadro de Ntra. Sra. del Pópulo, Jesús con la Cruz y alguno más en la sacristía. Creo que sin catalogar. En las pechinas de la cúpula de la iglesia del antiguo convento de San Agustín cuatro lienzos con imágenes de santos de la Orden Agustina y otros cuatro más en la bóveda con escenas de la vida del fundador probablemente atribuibles a religiosos de la Orden. En la iglesia del antiguo convento de Santa Catalina (Parador Nacional) entre el corto número de obras que guarda esta iglesia el cuadro más destacable es el del ático del retablo del altar mayor con las imágenes de San Francisco y San Antonio junto a Jesús en la Cruz- según Enrique Herrera- s. XVII de anónimo toledano posiblemente seguidor de Luis Tristán.

Los dominicos cuentan con dos obras; una Santa Rosa de Lima con el Niño en sus brazos, de gran vistosidad y colorido de 178x123cm.pintado por Asunción Morales en 1863 restaurado por las Monjas Míninas de Daimiel y otra con un Santo de la Orden de época barroca, según comenta el prior del convento. El cuadro de Santa Rosa después de su restauración permaneció en el Museo Diocesano hasta el año 2010 que regresó al convento dominicano. A pesar de no pertenecer a ninguna institución almagreña hay que recordar la serie de tablas renacentistas alusivas a los Misterios del Rosario del toledano Juan Correa de Vivar (Mascaraque 1510), que decoraban el primer retablo mayor de la iglesia universitaria de Ntra. Sra. del Rosario de nuestra ciudad que por vicisitudes de la historia, actualmente se encuentran en el retablo mayor de la parroquial de Calzada de Calatrava.

Esta es mi somera y torpe reseña sobre nuestro pequeño pero importante patrimonio religioso- pictórico del que los almagreños debemos sentirnos orgullosos. Destruidos los retablos de todas nuestras iglesias en la guerra de 1936 en el testero del presbiterio del Convento de la Encarnación se colocaron junto con el cuadro que ahora existe de la Anunciación los mencionados de San Jerónimo y Tres Generaciones, estos dos –coincidiendo con la restauración de la iglesia - fueron restaurados y como se ha dicho pasaron en depósito al Museo Diocesano.

HIPÓTESIS PRIMERA SOBRE EL ORIGEN DEL CUADRO DE SAN JERÓNIMO

El primero de septiembre de 2004, en el periódico La Prensa del Campo del Calatrava se publicaba un artículo firmado por un servidor sobre el Hospital de los Cavallería de Almagro; en él daba detalles referentes a la visita que la Orden de Calatrava realizó a este establecimiento benéfico-piadoso en el año de 1800. De la memoria de esta visita vuelvo a dar el siguiente resumen: “… El Sr. Visitador en prosecución de cuanto le incumbe respectivo a su comisión…del Hospital que se reconoce con el título de San Gerónimo pasó e ejecutarlo (la visita) en este día el cual se halla en la calle de San Agustín (actual número 3) frente de el de Recoletos (convento de agustinos) e introducido en las casas que lo constituían ( en aquella fecha eran un único edificio las hoy nº 1 y 3) al lado izquierdo de las puertas principales de ella se reconoce una Capilla ( existe el arco de la entrada en ladrillo visto) que servía para decir misa a los enfermos …continúa diciendo… que no era extensa pero estaba curiosa y decente y que en el altar se veneraba el Santo titular en lienzo pintado adornando su circunferencia un retablo de madera con talla dorada.”Sigue detallando otros altares que no viene al caso comentar.

Hay que hacer constar, que don Jerónimo de la Cavallería en su memorial testamentario, imponía que el nombre de este establecimiento asistencial se denominase “Hospital de los Cavallería” y la capilla “del Señor San Gerónimo”. En el año de la visita el mencionado hospital ya no tenía la actividad asistencial para el que fue creado por “voluntad” de D. Jerónimo de la Cavallería y sus hermanos. Probablemente como consecuencia de las desamortizaciones ordenadas por Carlos IV a finales del s. XVIII sus rentas eran deficitarias y solo daban para costear las misas que seguían celebrándose en su capilla por el capellán de la institución. El cementerio creado al tiempo del hospital en el corral de la casa para enterrar a enfermos difuntos pobres del centro benéfico siguió su uso, quizás hasta la desamortización de Mendizábal.

Del noble linaje de los Cavallería, judeoconversos descendientes de una de las Doce Casas de Zaragoza asentados en Almagro entre los siglos XV-XVI, destacó Alonso Gutiérrez de la Cavallería tesorero del Emperador Carlos V, que con su mujer la almagreña María de Pisa edificaron en Madrid el palacio en el que la Infanta Juana de Austria fundó el actual Monasterio de las Descalzas Reales. Pues bien, volviendo a recordar aquel artículo del año 2004, en el que sin aseverarlo decía que supuestamente podría darse el caso de que el mencionado cuadro pudiera haber pertenecido al Hospital de los Cavallería, solamente era mi particular teoría, dado que la supuesta procedencia de la obra ya se ha dicho cual pudo ser, y en eso quedó.

HIPÓTESIS SEGUNDA

Hace unos meses comentaba con un amigo almagreño la noticia publicada en algunos diarios provinciales el acuerdo por parte del Museo Diocesano de elegir obra del mes (septiembre de 2014) el cuadro de San Jerónimo. Le expuse mi conocido criterio y lo que son las cosas, este amigo me informa; que este cuadro junto al de Tres Generaciones, fue donado a la comunidad de Monjas Dominicas en la posguerra para suplir la falta de su desaparecido retablo por la conocida familia almagreña de los Piñuela. Para confirmar este asunto hablé con doña Dorita Piñuela Muñoz. Esta señora dice no poder asegurar tal donación, si desde luego el mencionado de la Anunciación que efectivamente perteneció a su familia, como también otro cuadro donado igualmente a la iglesia de San Francisco.

Mi amigo, de creíble y sensata información y buen conocedor de este asunto me ratifica que también fueron donados por esta familia los cuadros de San Jerónimo y Tres Generaciones. Se pueden hacer muchas cábalas sobre este asunto: que el cuadro por su temática como igualmente por sus medidas muy bien podría encajar en el moderado oratorio del hospital y, también se puede pensar que los antepasados de los donantes pudieron haber adquirido las obras en la desamortización de 1836 y en particular el lienzo de San Jerónimo que en su momento presidió el altar de la capilla del Hospital de los Cavalleria.

Aunque la fundación del hospital se remonta al año 1613 y el cuadro está datado en 1645, no creo sea óbice para sostener esta segunda hipótesis. *También se encuentran en el Museo Diocesano los retratos al oleo de los fundadores de este monasterio. Puede que este artículo no tenga gran relevancia, pero creo que es un curioso detalle más de nuestras historias.