Francisco Martínez Carrión regresa a su infancia para recordar el espíritu navideño más auténtico

Pregón de Navidad

El pregonero de la Navidad 2014 hizo suyas las palabras del Papa Francisco en varias ocasiones en las que apela a volver a los valores tradicionales cristianos, a la fraternidad cristiana o a la solidaridad laica.

“Aunque se pierdan otras cosas a lo largo de los años, mantengamos la Navidad como algo brillante.…. Regresemos a nuestra fe infantil”. Con estas palabras comenzó Francisco Martínez Carrión el pregón de Navidad que tuvo lugar en la tarde del sábado en Almagro en la iglesia de San Francisco.

Una frase, como dijo, que tiene guardada en su memoria y que año tras año recuerda para regresar a la Navidad de su infancia, “quizás en busca de un espíritu navideño más auténtico, familiar, íntimo y menos comercial o estandarizado como el actual”. A partir de este momento, Martínez Carrión hizo partícipe a los asistentes de los olores y sabores de las navidades de su infancia y juventud, pero sobre todo de las ilusiones compartidas en torno a una gran mesa. El periodista almagreño fue describiendo con detalle esa noche rodeado de su familia, en el comedor de la calle Coronao e incluso escuchar las conversaciones, chascarrillos, risas y sobre todo los villancicos que sonaban en la Plaza Mayor: “Una cantinela repetitiva de villancicos tradicionales que durante todo el santo día se lanzaba desde el balcón principal del Ayuntamiento para remarcar de forma tajante y clara que estábamos en Navidad y que esa noche era Nochebuena,” como hoy también se escucha en Almagro. Días de Misa del Gallo, de copas de sidra, de anís, coñac.., de mantecados, empanadillas de cabello de ángel, de chocolate con churros… e incluso también de la de tremenda angustia de la noche del 5 de enero cuando era la hora de dormir, “un auténtico drama y dilema infantil que sólo se sustanciaba con las primeras luces del 6 de enero cuando se abrían los regalos colocados estratégicamente al lado del balcón del comedor(..). Sin duda, la Navidad de la infancia era algo brillante”.

En este punto del pregón, Martínez Carrión, casi cincuenta años después rescató aquella brillantez de una Navidad en un ambiente absolutamente transformado, ni mejor, ni peor, pero distinto- dijo- sirviéndose de las palabras y frases del Papa Francisco, “un hombre santo que está llamado –si le dejan- a revolucionar gran parte de los fundamentos de la Iglesia”.

El periodista de oficio y vocación habló de gestos y palabras del actual Papa que le han llamado la atención y que, al igual que muchos otros, opina que ponen en evidencia un cambio de tendencia, un intento de no quedar prisionero por la burocracia y el oropel de la realidad interna de las gruesas paredes de la majestuosa sede vaticana. Como ejemplos, recordó como el Papa Francisco I prefiere comer todos los días en el comedor colectivo de una residencia de religiosos en vez de en sus ricos aposentos del Vaticano y cuya última iniciativa ha sido construir unas duchas para los indigentes que duermen todas las noches bajo los mármoles sagrados de la columnata de Bernini”. Y continuó-“lo bueno de este Papa es que no sólo predica con el ejemplo sino que hay mucho de provocación en sus palabras y sobre todo en sus gestos decididos hacia los poderosos, incluida gran parte de la inmovilista jerarquía vaticana” a los que les ha pedido que dejen de ser aburridos, tediosos o unos meros intermediarios, de ser una especie de funcionarios acomodados y que vuelvan a ser pastores con olor a oveja.

En definitiva, personas comprometidas, arriesgadas, dispuestas a mojarse, a sacrificarse por los demás, a dar ejemplo como -en palabras del pregonero- hay en Almagro : “Sacerdotes, frailes, laicos, mujeres y hombres sencillos, organizaciones religiosas, como esta Orden Seglar Franciscana o la Orden Seglar de Santo Domingo, cofradías, Cáritas y otras muchas, no ya que huelen a oveja sino que apestan a oveja, es decir que huelen a solidaridad, que se entregan por los demás, que son activos a favor de los más necesitados, que donan parte de su tiempo y dinero para combatir las desigualdades que las instituciones no son capaces de solucionar. Gracias a Dios, en esta víspera de Navidad, hay un agradable olor, mejor dicho, peste a oveja. Bendito olor. Bendita fraternidad. Bendita solidaridad”.

En ese sentido, Francisco Martínez se sumó también al llamamiento del Papa de hace unos días de recuperar los valores tradicionales cristianos. Un llamamiento a favor del apoyo mutuo, de la fraternidad y de la solidaridad colectiva. “En las vísperas de la Navidad y en este mundo cada vez globalizado, deshumanizado, impersonal, descreído, materialista y amoral son necesarios aldabonazos, recordatorios, toques de atención como los que nos ofrece este Papa para que nos ayuden a fijar la mirada y los objetivos en lo verdaderamente importante para el Hombre y para la sociedad. Me refiero a la fraternidad cristiana o a la solidaridad laica. Llamémoslo como queramos”, señaló casi al final de su intervención antes de leer un poema de Manolita Espinosa sobre la Navidad y de compartir una frase ”rotunda, acertada, bella y redonda” del Papa Francisco que puso punto y final al pregón 2014: “Pido para todos ustedes el don navideño de la alegría y de la paz: para los niños y los ancianos, para los jóvenes y las familias, para los pobres y marginados. Que Jesús, que vino a este mundo por nosotros, consuele a los que pasan por la prueba de la enfermedad y el sufrimiento y sostenga a los que se dedican al servicio de los hermanos más necesitados”.

Al finalizar el pregón, la asociación folclórica de Mayos del “Campo de Calatrava” cantó varios villancicos tarareados por muchos de los asistentes que se dieron cita en la iglesia de San Francisco. La ministra de la Orden Seglar de San Francisco deseó una Feliz Navidad a todos y agradeció en especial las palabras del pregonero, de su presentado, así como la colaboración de las mujeres que mantienen limpio el templo religioso y al niño Daniel, monaguillo en las celebraciones que se lo piden.