PRIMER CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE MIGUEL FISAC SERNA

Sorprendió que Fisac eligiese precisamente en Almagro, una casa ubicada en la calle de las Cruces, sita en un barrio de la periferia almagreña- en otros tiempos extramuros-o con el antiguo concepto socialmente discriminatorio de “arcos afuera”, para ser rehabilitada por el arquitecto para disfrute familiar en algunas temporadas del año. Digo, que sorprendió, pues fue opinión muy general, que siendo Miguel Fisac arquitecto de tanto renombre bien podía haber elegido alguna casa-palacio de las existentes en el Casco Histórico de Almagro, en lugar de tan humilde inmueble.

Pero Fisac como arquitecto y buen manchego sensibilizado con sus raíces populares, ha sido siempre defensor a ultranza de la arquitectura popular de esta comarca manchega y, en esta casa respetando los elementos originales de la función que tuvo como vaquería y vivienda, D. Miguel logró la curiosa simbiosis de conjugar su moderno estilo arquitectónico con el encanto de nuestra ancestral y popular arquitectura de tan sencilla belleza. Así vemos que en las robustas jambas de la imponente puerta principal de la casa,- pertenecieron a un viejo monasterio de nuestra provincia-Fisac utilizó su exclusivo y peculiar sello con hormigón pretensado. Me comentaba su esposa Ana María que la obra la realizaron entre ella y Fisac subidos ambos en los andamios.

De la parte antigua de la vaquería aún se conservan los pesebres de los animales, ennoblecidos con su actual destino y, muchos más curiosos detalles. En su esposa Ana María Badell escritora y periodista, delegó Fisac la decoración de esta casa. Fue el resultado tan original y novedoso que habiendo pasado cuatro décadas, la ambientación de la misma sigue siendo acogedora y original y, como no, con el mismo encanto.

Acabadas las obras de remodelación, los propietarios no pusieron inconveniente alguno en mostrar su casa a cuantos almagreños, y gentes de otras partes (que fueron muchos) tuvieron curiosidad en conocer. El veintitrés de julio de 1983 fue bendecida por el Obispo Prior de las Órdenes Militares Don Rafael Torija, la nueva ermita de San Pedro situada extramuros de la ciudad, que en lo sucesivo quedó para sede de la antigua Hermandad de Santiago Apóstol. Los planos y la dirección de las obras las llevó personalmente el famoso arquitecto, cuyos trabajos fueron una generosa donación de D. Miguel a la Hermandad local de Santiago, que por entonces estaba muy pobre de recursos financieros.

La nueva ermita de una sola nave, es un sencillo edificio muy original y bello de limpias líneas y blancas paredes; habiéndose inspirado Fisac en la arquitectura funcional empleada en las “casillas” de las huertas de nuestra comarca. En el pequeño porche que preserva la puerta principal de la iglesia vemos una inconfundible columna de hormigón pretensado. La tercera y última obra diseñada por Miguel Fisán en Almagro y creo que de su vida profesional; es la casa de dos plantas ubicada en la calle de las Cruces número 9, frente a la de la propiedad del matrimonio Fisac.

Su fachada exterior, es muy manchega, solo tiene los vanos que corresponden a un balcón con balaustres y la puerta de entrada; la puerta lisa de la cochera está disimulada a ras de la fachada pintada de blanco. El interior es muy luminoso con una interesante distribución. El zaguán de entrada a la casa está dividido en dos zonas; la de la entrada que queda libre y a su izquierda se recreó un pequeño jardín natural cuadrado cerrado en tres partes por paredes dadas de blanco a la altura de las dos plantas del edificio a cielo abierto; la parte del jardín que da al zaguán queda abierta causando una inesperada y agradable impresión. Este sistema de ornamentación interior, según nuestro arquitecto es reminiscencia de los patios árabes de los palacios de la Alhambra granadina.

Estos tres edificios son el legado de nuevo cuño que marca la moderna etapa de una arquitectura que Fisac hizo posible en el último cuarto del siglo XX en nuestra histórica ciudad, enriqueciendo así el patrimonio urbano almagreño. Y no cabe duda, de que en ellos está el reflejo del cariño que Miguel Fisac manifestó en su vida por Almagro como el que mantiene hoy su esposa Ana María Badell, arraigada en nuestra ciudad. Don Miguel tuvo intervenciones en la restauración de la torre del Convento de Monjas Calatravas, Teatro Municipal y Castillo Fortaleza de Calatrava la Nueva entre otras.Tuve el privilegio de conocer a D. Miguel Fisac por mediación de su esposa Ana María Badell, en la década de los años setenta, a poco de terminar la rehabilitación de su casa de Cruces, 2. Ana María desde el primer momento se mostró muy cercana con las gentes de Almagro-también lo era D. Miguel-, y especialmente con los vecinos próximos.

Es el caso, que era frecuente que el matrimonio Fisac para ir a su casa pasaran por la puerta de la de mis suegros sita en la calle Carretería. Ambos coincidían a menudo y hablaban cambiando impresiones de cortesía. En cierta ocasión supieron que yo trabajaba en El Corte Inglés del Paseo de La Castellana en Madrid. Recuerdo perfectamente el momento en que Ana María Badell se identificó como señora de Fisac en mi centro de trabajo; ya dije que ella fue siempre cercana con las gentes de Almagro y así lo pude comprobar en aquella ocasión; siendo además de educadísimo y cordial trato.

En sucesivas ocasiones fui conociendo a D. Miguel y a sus jóvenes hijos, Miguel y Taciana. Conocí también a Gonzalo, hermano de Ana María. Gonzalo con síndrome de Down, era muy educado y entrañable. Ana María lo acompañaba con frecuencia a El Corte Inglés para que yo le asesora a elegir su ropa de vestir. En ocasiones posteriores fuimos invitados personalmente a su casa de Almagro y en compañía de mi esposa e hija visitamos al matrimonio Fisac; siempre amables y cordiales y, hasta en dos ocasiones pedí opinión a D. Miguel sobre ciertas obras que se hacían en nuestra casa, respondiendo siempre con mucha amabilidad a las soluciones posibles. Se cuenta, que en cierta ocasión, estando Napoleón Bonaparte en su biblioteca en compañía de uno de sus generales, el “Sire” francés intentó coger cierto libro de uno de los altos anaqueles de la librería; el militar observó que Bonaparte no podía alcanzarlo y, con el mejor propósito intento ayudarle diciendo:” Permítame señor que coja el libro pues yo soy más grande”. Napoleón, no dudó; y con tajante respuesta le dijo al “soldado”: “Usted será más alto pero no más grande”. Miguel Fisac Serna, no era físicamente de estatura elevada, pero sí grande en humanidad y, con gran capacidad creativa en lo que llegó a ser en su vida profesional. También era como Napoleón de respuesta rápida y segura pero respetuosa a pesar de su aparente fuerte carácter.

Los “talentos” de los que nos habla el Evangelio y que les fueron dados, bien supo Fisac aprovecharlos. Muchos e importantes edificios tanto privados como oficiales constan en su haber, amén de numerosas iglesias iglesia.De don Miguel conocemos su trayectoria profesional como gran arquitecto y pintor, baste ver los cientos y cientos de resultados colgados en Internet así como la muchísima bibliografía dedicada a el. Siempre ha sido y continúa siendo un referente para los profesionales y estudiantes de arquitectura.

Hay otra faceta – si se puede llamar así- que nuestro arquitecto vivió en todo tiempo y, casado compartió con su esposa; me refiero a su religiosidad.
Don Miguel fue cristiano católico a pies juntillas. Creyente practicante de fe “rotunda y sencilla”. Por Ana María sé que el repetía que Dios nos pide amor al prójimo y ayudar a los demás. Fiel reflejo de su espiritualidad, son las numerosas iglesias por él diseñadas en las que ha sabido crear espacios auténticos de oración y recogimiento para que el espíritu de los creyentes, ansioso de encontrarse con Dios tuviese el lugar más propicio; aunque Ana María dice que para rezar a Dios vale una encina en el campo. Pero la creatividad del hombre es un don de Dios y tampoco está mal ofrecerlo a Él. La primera de las iglesias diseñadas por Fisac fue la del Espíritu Santo en Madrid, entre los años 1942-1948. Posteriormente, y ya de acuerdo con los principios y nuevas exigencias del Concilio Vaticano II fueron entre otras:

Santa Ana en Madrid, Teologazo dominicano en Alcobendas (Madrid), La Coronación (Vitoria) La Asunción en Pumarejo (Zamora) y otras muchas y, por supuesto la ya mencionada ermita de San Pedro en Almagro.

Miguel y Ana María, han sabido perfectamente que la clave que la clave de la religión está en que la muerte no es del todo definitiva, pues hay otra vida. Y desde luego nunca evitaron las menciones a la muerte.

Ana María espera encontrarse con su esposo que estará gozando de la presencia del Gran Arquitecto del Universo. Y como reza un fragmento del poema de un buen amigo ya fallecido; Luis Carlos de La Lombana, que dedicó a Dámaso Alonso:

“Y si eres tú el que me deja, rezaré al Señor
algún día, otra noche, mas tarde
para que pronto me lleve junto a ti
y volver a caminar por una vereda en compañía”

Miguel Fisac, nació en Daimiel el veintinueve de septiembre de 1913 y murió en Madrid en su casa del Cerro del Aire el doce de mayo de 2006. En 2006 se crea la Fundación Miguel Fisac que gestiona los fondos documentales del Legado Fisac para conocer, profundizar y divulgar su obra. Se sede esta establecida en el Colegio de Arquitectos de Ciudad Real.

Arcadio Calvo Gómez
Cronista Oficial de Almagro