Dos alumnas del curso de blonda y encaje europeo de la Universidad Popular realizan un velo a la Patrona de Daimiel

Patrona de Daimiel

Manuela González de la Aleja y Ángela Cañizares cumplieron el deseo de una daimileña que quería hacer un regalo a la Virgen de las Cruces que perdurara en el tiempo.

Manuela González de la Aleja, natural de Daimiel, decidió cumplir la ilusión y el deseo de una amiga que quería hacer un regalo a la Virgen de las Cruces, Patrona de su ciudad, algo material que perdurara en el tiempo y fuera recordado por sus hijos y nietos. Con esta motivación, el 27 de febrero, de hace dos años, en 2017 comenzó junto con su compañera Ángela Cañizares del curso de blonda y encaje europeo de la Universidad Popular de Almagro a realizar un velo de encaje de blonda, con hilo de seda, para la imagen mariana.

El trabajo no era fácil por esa razón Manoli pidió ayuda a su compañera del taller de la UP que aceptó la propuesta y se pusieron manos a la obra casi sin descanso. Cada día laborable, excepto el mes de agosto, Navidad y Semana Santa empleaban una media de 4-6 horas diarias además de las clases de “Encajes Europeos” a las que asisten todos los miércoles de octubre a mayo que tiene como sede el Museo Municipal del Encaje y Blonda de Almagro. Precisamente, los miércoles era el día que su profesora Natividad Gonzalez supervisaba la labor realizada durante la semana. Ha dirigido el trabajo realizado por las dos alumnas que llevan varias décadas participando en los distintos cursos y talleres de encajes que organiza la UP de Almagro.

Manoli y Ángela aprendieron encaje de bolillo de pequeñas enseñadas por su madre y abuela. Manoli lo dejó durante muchos años por la crianza de los hijos pero desde hace unas dos décadas se enganchó de nuevo a través de los cursos de la UP almagreña. Primero, con el encaje popular que había hecho de pequeña, luego aprendió encaje de blonda, las primeras clases en 2004 y ahora aprende encajes europeos. Ángela, natural de Valenzuela de Calatrava, no ha dejado de hacer encaje, como algunas de sus hermanas, que también asisten a los cursos de la UP almagreña. De la mano también de Natividad González aprendió blonda, y al igual que su compañera, es una de las alumnas de encaje europeo, de tönder.

La realización del velo para la Patrona de Daimiel ha sido su primer trabajo más grande y con mayor dificultad. Para el diseño, partieron de un velo antiguo cuyo dibujo se había diseñado para encaje popular y mayores dimensiones “Se adaptó y se cambió el fondo del picado para trabajarlo con hilo de seda con unos bolillos especiales y carretes de hilo de seda de número 80 con la finalidad de darle más cuerpo al velo”, explica Manoli.

El velo se compone de ocho tiras verticales que se trabajan de forma independiente. Dos de esas tiras bordean el velo con ondas las seis restantes tiene un inicio y una terminación con la misma onda. Manoli y Angela han realizado cuatro cada una de ellas. “Íbamos muy coordinadas, empezábamos una tira y la acabábamos las dos a la vez. Y los miércoles, Nati supervisaba el trabajo”. Así durante 14 meses, con un total de 2.756 horas que han calculado que han usado para realiza la obra artesanal “queríamos cumplir el plazo que el velo estuviera para mayo”. A finales del mes de abril terminaron el encargo, “Fue emocionante ver el velo acabado”. En mayo del pasado año entregaron “orgullosas” el velo en el que han puesto “mucha voluntad e ilusión”. Junto al velo, también entregaron a la persona que de manera anónima ha querido regalárselo a la Patrona de Daimiel, un libro en el que explican cómo ha sido todo el proceso de realización del velo. “lo hemos hecho con mucho gusto”, concluyen. *Ver imágenes*