La famosa Plaza de Toros y el Real Hospital de Mineros de Almadén fueron mandados edificar a iniciativa del almagreño Francisco Javier Sánchez Villegas (II)

La famosa Plaza de Toros y el Real Hospital de Mineros de Almadén fueron mandados edificar a iniciativa del almagreño Francisco Javier Sánchez Villegas (II)

Arcadio Calvo Gómez
Cronista oficial de Almagro

Con esta segunda parte, se completa la reseña biográfica de tan notable almagreño en la que consta el memorial que con anterioridad a su testamento y última voluntad dejó ordenado. La curiosidad de este documento notarial, nos da idea de la generosidad con que repartió sus bienes (no constan propiedades inmuebles ni rústicas) entre parientes, amigos, e incluso con criados y sirvientes que lo atendieron en su casa. Dejó también mandas al Hospital de San Juan de Dios a diferentes conventos de Almagro, así como objetos personales a las imágenes de las vírgenes; Nuestra Señora de las Nieves y del Rosario de la Aurora.

Llama la atención, el reparto que hizo de sus pertenencias tanto, de sus ropas íntimas llámese; camisas, calzoncillos, y otras prendas personales de su vestimenta, como calzones y vestidos. También, botones de oro y diamantes, bastones, con puños de oro y plata, berlinas, caballo y mulas, etcétera.

Puede que sea interesante conocer tal documento y por esta razón su transcripción literal (tal como fue redactada por el escribano) la hacemos llegar al curioso lector.

Sánchez Villegas testó, ante Matías José Muñoz, el mismo día de su fallecimiento (2-9-1757), “…que no pudo firmar por la gravedad de su enfermedad”. En él nombra por albaceas a su primo, el Ilmo. Sr.D. Phelipe Ruiz de Azurmendi, arzobispo de Santo Domingo (hoy, República Dominicana), residente por entonces en Almagro, D. José Domínguez y Oviedo y D. Manuel del Campo Redondo. Dejando en su poder un memorial que pasó ante el escribano de Almagro, Antonio Ramón de Castilla.

Memorial, que yo, Don Francisco Javier Sánchez Villegas, hallándome enfermo, dispongo de las mandas y legados que hago para que como parte de mi testamento las manden cumplir mis albaceas que nombraré en él a saber : (*)

Primeramente, mando por una vez al hospital de de Ntro. Padre Sn. Juan de Dios de esta villa, un mil y quinientos reales vellón para la asistencia de los pobres enfermos de él.

A don Juan de León vecino de esta villa, tres camisas, tres pares de calzoncillos, dos pares de calzones de paño de los más bien tratados: Una cama compuesta de tres colchones, cuatro sábanas, y dos almohadas y más seiscientos reales vellón.

A Joseph de Obes mi ayuda de cámara se le pague desde el día que salió de Madrid, al respecto de lo que él diga por día; que se expresará, y le mando seis camisas, seis pares de calzoncillos seis camisolas, un vestido de barragán verde con calzones y chupa, otro vestido de paño aplomado con botones de oro y la chupa de gassé (síc) de plata: y así mismo veinticinco doblones, para que se restituya a Madrid.

A doña Francisca de Córdoba, mi prima, mando cuatro mil reales vellón.

A doña María de las Nieves mi sobrina, mujer de don Joseph Domínguez, mando cuatro mil reales vellón; y más un jarro de plata y una “palancana” de lo mismo.

A doña teresa Mangas, mujer de don Gabriel de Medrano, mando cuatro mil reales vellón y a sus dos hijos otros cuatro mil reales de por mitad, con la qualidad de que estas cantidades no se le retengan ni embarguen para el pago del alcance que dicho don Gabriel tiene de la administración de la encomienda de su cargo.

A las dos religiosas dominicas de esta villa, hijas de don Antonio Mangas y de doña Francisca de Córdova, mis sobrinas, quatro mil, reales vellón de por mitad, siendo mi voluntad que la cantidad de los veinte mil reales que contienen las presentes quatro mandas de mi prima y sobrinas entren en poder de dicho don Joseph Domínguez y se distribuyan por su mano, con declaración de que las partidas que por vía de préstamo tuvieren tomadas, reciban en quenta de las de estas mandas y parte de pago de ellas.

Al Ilmo. Señor arzobispo de la Isla Española de Santo Domingo, don Phelipe Ruiz Azurmendi, mi primo, mando todo el cortinaje de seda que tengo para adorno de las casas que havito.

A don Manuel de Campo Redondo, mi tío, y sus dos hijos, Antonio y Joachín, mando; quatro mil reales vellón por terzias partes reziviendo en parte de pago novezientos reales vellón que le presté para el examen de escribano de dicho Antonio( en otro legado le asigna unos botones de oro).

Al dicho don Manuel de Campo Redondo mi tío, mando tres mil reales vellón, los quadros que quedaron en su poder, y un bufete de nogal por muerte de doña María de la Paz mi madre, y asimismo quatrocientos reales vellón que me esta deviendo de quentas atrasadas.

A don Miguel de Medrano, vezino de esta villa, mando el cavallo tordillo, palafrén con su silla, freno, aderezo azul y pistolas.

Mando a los primos y parientes que tengo paternos en la villa de Malagón y Porzuna, que no hago memoria de su nombre, veintidós mil reales vellón los que se le entreguen a don Javier Reinoso y Jixón, cura propio de la parroquial de dicha villa de Malagón, para que los distribuía entre dichos mis parientes sin exceptuar a alguno.

Mando a María del Destierro mi criada, siete mil reales vellón y más todo el omenaje (menaje) de casa de forma que exceptuando alajas de plata y oro y toda ropa de hombre, se le aga dueña de lo demás que quedare, sea; tejidos de seda, estambre o lienzo, en pieza, o cosidos y quanto se enquentre en los cofres, y el dinero que en espezie contiene esta manda , se asegure a satisfacción de mis albazeas, para que se le vaian suministrando poco a poco y a proporción que se considere puede necesitar para sus alimentos y urjenzias a fin de que más bien le hurja y no la engañen(en otro documento le asigna unos botones de diamantes).

Mando a Mathias mi cochero, todo el guarnés, mantas, y demás correspondiente a la caballería y a su hijo Francisco quinientos reales vellón.

A Ntra. Sra. del Santmo. Rosario de la Aurora en su capilla pequeña de Ntro. Padre Santo Domingo desta villa, mando un espadín con puño de oro (en otro documento dona a esta imagen una pieza de tela de plata para hacerle un velo).

A don Juan Díaz de la Cruz, el bastón grande con puño de oro y la berlina grande.

A don Diego Luis Xijón, residente en la villa de Almadén, el bastón con puño de plata.

A Ntra. Sra. de las Nieves, un bastón pequeño con puño de oro. A los tres conventos de Ntro. Padre San Francisco, Dominicas y Bernardas desta villa,mando mil y quinientos reales de vellón a cada uno.

Mando dos mil reales vellón para acabar de adornar y perfeccionar las andas del Ssmo. Sacramento de la parrochial del Señor San Bartolomé de esta villa, los que se entreguen a su cura propio para dicho efecto.

Mando, a don Ventura y doña María Ana de Medrano, doscientos ducados de vellón por mitad.

A don Francisco de Medrano vecino desta dicha villa mando dos mil y doscientos reales vellón.

A don Gerónimo Lisbona residente en esta villa, mando cien ducados de vellón.

A don Francisco Ruiz Auzmendi, Cro. del ávito de Calatrava, oficial primero de la Secretaría de Indias mi primo, mando treinta platos de plata reziviendo en quenta y pago de ellos, seis mil reales vellón que me tenía remitido, con que queda satisfecho, y así mismo le mando seis mulas de las onze que tengo en la piara, las que de ella escogiere a su voluntad(en otra clausula, le asigna cien onzas de plata labrada, de la “nueva”).

A Manuel de Puentes, mi primo, vecino de esta villa, mando tres mil reales vellón, con cuia cantidad le satisfago la mula que me remitió a Madrid, sin embargo de que no valía esta cantidad.

A don Andrés Muñoz vecino de Baldepeñas mando la berlina pequeña.

Mando a cada uno de los criados que me asisten y no constan legados en esta memoria, quinientos reales vellón a cada uno.

A don Francisco de Arévalo un… (No se entiende).

Firmado: Carlos Martínez

Posteriormente, fueron reformadas algunas cláusulas entre ellas”...manda a los mozos del Rey que están en su casa al presente, cien reales de vellón a cada uno, para que se conduzcan al Almadén”. Hay otras cláusulas que no viene al caso dar a conocer.

(*) Por error, en la primera parte, se puso que el testador dejó encargadas por su alma, siete mil misas. Fueron cinco mil. También fue obviado el año de su nacimiento que fue el de 1702.

Fuentes documentales:

Archivo Histórico de Protocolos, Ciudad Real. Escribano: José Muñoz año 1757
Archivo Histórico de Protocolos, Ciudad Real. Escribano: Antonio Ramón de Castilla año 1757
Archivo Histórico Diocesano de Ciudad Real. Libros de entierros, año 1757 ¡