Museo del Encaje - Historia
El Museo Municipal de Encaje y Blonda, surge como reconocimiento público a una labor artesanal, arraigada en Almagro y algunos de los municipios del Campo de Calatrava, durante cientos de años. Aunque el Ayuntamiento ya había hecho diversos intentos y numerosas gestiones para la puesta en marcha del proyecto, hasta junio de 2004, no se hace realidad, graciasademás, a las donaciones y cesiones de numerosos almagreños, y al apoyo de instituciones, como el propio Ayuntamiento la Junta de Comunidades de C. La Mancha o la Mancomunidad de Municipios Tierra de Caballeros y Tablas de Daimiel.
El encaje de bolillos ha estado presente en toda la cultura occidental. Pero poco se sabe a ciencia cierta, sobre su procedencia, difusión y comercialización. Habría que resumir diciendo, que frente a opiniones de que los encajes vienen a Almagro en el siglo XVI con la llegada a España de los flamencos de los Países Bajos y Carlos I. Lo cierto es que la difusión de esta artesanía se intensifica dada la tradicional vinculación lanera de Castilla con aquella región de Europa.
El encaje como labor remunerada existía ya a fines del siglo XVI y principios del siglo XVII en La Mancha, pues Cervantes, en El Quijote nos ofrece dos citas que así lo confirman: “cómo es posible que una rapaza que apenas sabe menear doce bolillos de randas...”; ... Sanchica Panza gana haciendo puntas ocho maravedíes, ahorros que va poniendo en una alcancía para ayuda de su ajuar”.
El uso del encaje de bolillos en la vestimenta tiene su máximo esplendor en el siglo XVII, como se aprecia en algunas obras de Velázquez. En el siglo XVIII y XIX se desarrollará en especial el uso de las espléndidas mantillas de blonda. Hasta el siglo XX el encaje de bolillos ha estado presente en la vida cotidiana de las mujeres del medio rural, su aprendizaje se transmitía de madres a hijas, heredando los conocimientos, patrones y diseños. Las reuniones de vecinas en torno a las almohadillas, por la tarde, en calles y patios se convertían en el lugar de encuentro femenino del medio rural, además de constituir un complemento económico a la renta familiar.
Según Manolita Espinosa en su libro “Encaje de bolillo y blonda de la ciudad de Almagro”, la época de mayor auge se da en el siglo XVIIII, gracias al establecimiento en nuestra localidad de “una fábrica para hacer encajes de hilo y seda..”, creada por Manuel Fernández y su mujer Rita Lambert. A lo largo del XIX, se documentan otras fábricas encajeras, que fomentaron y comercializaron el encaje y la blonda de Almagro. En la actualidad el encaje y la blonda constituye una artesanía que tiene gran reconocimiento y es una de las señas de identidad de nuestra ciudad, Almagro, como cuna del encaje, pero lo cierto es que en otros pueblos del Campo de Calatrava, también se continúa realizando esta labor artesanal.
EL MUSEO
La iniciativa municipal surge de la respuesta a una serie de necesidades derivadas de la gran riqueza en patrimonio etnográfico con que cuenta Almagro y su proyección sobre el territorio del Campo de Calatrava. El encaje de bolillos y la blonda supone un testimonio excepcional de la supervivencia de artes y oficios populares, constituyendo un exponente de la tradición que permanece prácticamente en sus contextos originales. Por ello, el Ayuntamiento de Almagro asume la responsabilidad de recuperar su memoria histórica, conservarla y difundirla mediante la creación de esta institución. Las tendencias socioeconómicas actuales nos obligan a estructurar estrategias de desarrollo a nivel local, en las que los recursos locales y especialmente los vinculados al patrimonio cultural y natural, sean motores y dinamizadores de las políticas de desarrollo. El Museo Municipal de Encaje y Blonda cuenta con fondos propios, entre los que merece destacarse la donación de una importante colección de picaos, efectuada por los herederos de D. Toribio Martínez (encajero de la ciudad), compuesta por piezas de diferentes épocas y formas, mostrándonos la riqueza y variedad de formas y usos que, a lo largo del tiempo, ha tenido esta producción artesanal.
Además se muestran piezas ya confeccionadas de encaje de bolillos, con variedad de formas y dibujos: lenzado, medio punto, guipur, punto encontrado, bretón, etc., utilizando para ellos motivos geométricos, florales, animales, etc. Los fondos del museo se completan con una muestra de trabajos de encaje realizados con seda natural descruzada, la Blonda, con cuya técnica se realizan pañuelos, velos, abanicos y sobre todo la famosa “Mantilla de Almagro”.
Para completar la muestra, otra sección de este museo esta dedicada a los utensilios con los que se elaboran los trabajos: almohadillas, picaos, bolillos, etc.
Encarnación Asensio Rubio
Coordinadora de Cultura
Ayuntamiento de Almagro