Garrido cuajó a "Aguaclaro” en la despedida de Víctor Puerto

Garrido cuajó a

Se guardó un minuto de silencio en memoria de Domingo Serrano Dotor, presidente de la Plaza de Toros de Almagro desde 2016 hasta su fallecimiento el pasado año
José Garrido, con tres orejas y una gran faena al tercero de la tarde, fue el triunfador de la tradicional corrida del 25 de agosto en Almagro. Su plaza de toros volvió a abrirse dos años después tras el parón provocado por la pandemia en una corrida que contó con el aliciente de ser la última de Víctor Puerto, quien compartió la puerta grande tras cortar una oreja a cada uno de sus toros de Núñez de Tarifa. Una corrida de presentación desigual tanto en las hechuras como en las caras, y que también tuvo comportamientos dispares en sus lidias, destacando sobremanera el toro “Aguaclaro”, un colorado bien hecho al que Garrido cuajó de principio a fin.
Ese fue el punto álgido de la tarde noche, porque desde que apareció por chiqueros el extremeño olió lo que llevaba dentro. Se acopló en el saludo a la verónica, y gustaron mucho sus caleserinas genuflexas en un quite para sacarlo del caballo en el que Óscar Bernal había puesto un puyazo en la misma yema. Ya en la muleta el toro fue a más, con clase, recorrido y mucho ritmo. Garrido lo aprovechó por ambos pitones, destacando unos naturales de frente a pies juntos en el epílogo de una faena firmada de una gran estocada. Dos orejas incontestables. Al sexto, un toro bien diferente que fue muy a menos en la muleta, le cortó una con fuerte petición de la segunda que el palco supo aguantar perfectamente. Brilló en un precioso quite por chicuelinas muy barrocas, de mano muy baja, y en la muleta tiró de técnica y ambición para aprovechar las pocas embestidas que le regaló en el tercio, y más cerrado en tablas en el cierre con el toro ya rajado. A este le recetó una soberbia estocada dejando claro que José Garrido cayó de pie en su debut en Almagro.
Víctor Puerto, protagonista de la tarde por celebrar sus 25 años de alternativa un año después para despedirse de los ruedos, no pudo cuajar con rotundidad a ninguno de sus dos toros, ambos con más defectos que virtudes. Al que abrió plaza lo saludó a la verónica con ese sabor que siempre ha tenido el capote de Puerto. Sangró mucho el toro tras un puyazo bajo y trasero, y aunque el animal parecía que quería ser pronto, terminó viniéndose abajo. Basó su labor en el pitón derecho, con muletazos especialmente jaleados en cercanías en las postrimerías de la faena. La presidencia estuvo perfecta aguantando la petición de una segunda que hubiera sido excesiva. Brindó ese toro aprovechando el micro de callejón a la memoria de su amigo Domingo Serrano “El Gordo”. Y también fue emotivo y cariñoso el brindis del cuarto de la tarde a sus hijos, uno de los toros más feos del encierro, basto, corto de cuello, acochinado y demasiado lavado de cara. Pocas opciones tuvo en el de su despedida al que arrancó la oreja que le abría la puerta grande tirando de recursos y de técnica. Mató de pinchazo y estocada.
Curro Díaz fue el menos afortunado de la terna. Su primero quiso rajarse prácticamente de salida, con una embestida muy informal y de nula calidad. Se fajó con el toro provocándolo mucho, especialmente por el pitón izquierdo, y aunque mató de una estocada baja, su efectividad provocó la petición del público que el palco no tuvo más remedio que atender. El cuarto, un colorado que había gustado mucho en los corrales, se empleó bien en los primeros tercios, pero llegó totalmente desfondado a la muleta, hasta el punto de echarse junto a las tablas impidiendo que Curro pudiera cuadrarse para matar, teniendo que ser apuntillado por el tercero.
Es digno destacar la actuación de la pareja presidencial, formada por Eduardo Jorreto y José Ángel Castro, quienes pusieron el necesario punto de seriedad y rigor que Almagro merece, midiendo con justicia la concesión de trofeos y no atendiendo las reiteradas peticiones de cambios de tercio con dos pares al no haber motivos para ello, lo que permitió que el público presente disfrutara de bonitos tercios de banderillas, con mención especial a Antonio Chacón, Óscar Castellanos, Julio Campano y Juan Carlos García. La corrida fue retransmitida por la televisión regional, con apenas un cuarto de entrada en los tendidos.