Alcalde
Haber llegado a la alcaldía de Almagro provoca en mí dos sentimientos que se sobreponen al resto: por un lado, ilusión; por otro, responsabilidad. La ilusión es natural y espontánea; nace del amor al pueblo y genera el deseo de verlo mejorar, de que los conciudadanos se sientan seguros en el presente y confiados en el futuro
La responsabilidad, en cambio, es racional y perfectamente consciente. Surge del análisis sereno de la situación actual e implica la puesta en marcha de proyectos y estrategias adecuados para cambiarla; supone objetivos realistas, medios adecuados, tácticas pensadas y compromiso. El compromiso, además de trabajo y dedicación, es también la conciencia clarísima de que debo responder de mis actos; es decir, debo ser transparente en la toma de decisiones; justo y respetuoso con los ciudadanos; tolerante con las posturas distintas; abierto a las críticas; riguroso en la administración; dialogante, humilde y sin ningún afán de medro personal.
Naturalmente, sé que no es fácil. Pero sé también que cuento con un buen equipo de representantes políticos, funcionarios, técnicos y personal de Ayuntamiento que están capacitados y dispuestos para ayudarme en la tarea. Y cuento, claro está, con los ciudadanos, con todas las almagreñas y almagreños que quieren a nuestra ciudad y se desvelan por ella, cada uno en la medida de sus posibilidades.
La responsabilidad, en cambio, es racional y perfectamente consciente. Surge del análisis sereno de la situación actual e implica la puesta en marcha de proyectos y estrategias adecuados para cambiarla; supone objetivos realistas, medios adecuados, tácticas pensadas y compromiso. El compromiso, además de trabajo y dedicación, es también la conciencia clarísima de que debo responder de mis actos; es decir, debo ser transparente en la toma de decisiones; justo y respetuoso con los ciudadanos; tolerante con las posturas distintas; abierto a las críticas; riguroso en la administración; dialogante, humilde y sin ningún afán de medro personal.
Naturalmente, sé que no es fácil. Pero sé también que cuento con un buen equipo de representantes políticos, funcionarios, técnicos y personal de Ayuntamiento que están capacitados y dispuestos para ayudarme en la tarea. Y cuento, claro está, con los ciudadanos, con todas las almagreñas y almagreños que quieren a nuestra ciudad y se desvelan por ella, cada uno en la medida de sus posibilidades.

De los ciudadanos de Almagro serán los éxitos que podamos alcanzar; pero, si no los alcanzamos, la responsabilidad será solo nuestra, aunque, desde luego, no se deberá a la dejadez ni a la falta de empeño. El puesto que ahora ocupo ha correspondido antes a muchos vecinos de Almagro que han sentido también la ilusión y la responsabilidad de servir a los almagreños. Yo desearía que, al terminar el mandato, pudieran considerarme a la altura de los mejores, no por satisfacer una vanidad de la que carezco, sino por haber contribuido a hacer un Almagro mejor, digno heredero de la brillante historia que tenemos por detrás.
Y, entre tanto, quedo a disposición de mis conciudadanos, porque Almagro es el proyecto de todos los almagreños y este ayuntamiento la casa que a todos nos pertenece. Y quedo también a disposición de las personas (turistas, curiosos, interesados por la historia, amantes del arte…) que visitan nuestro pueblo o se interesan por él: yo se lo agradezco y espero que esta sea también su casa.
Y, entre tanto, quedo a disposición de mis conciudadanos, porque Almagro es el proyecto de todos los almagreños y este ayuntamiento la casa que a todos nos pertenece. Y quedo también a disposición de las personas (turistas, curiosos, interesados por la historia, amantes del arte…) que visitan nuestro pueblo o se interesan por él: yo se lo agradezco y espero que esta sea también su casa.
Muchas gracias.
Daniel Reina Ureña


ALCALDE DE ALMAGRO